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La carpa de la dignidad desde adentro

El  vienes 9 de diciembre se instaló frente a  la Legislatura provincial la carpa de la dignidad docente, como parte de la lucha y reclamos históricos de los maestros frente a un gobierno que no da respuestas. Agencia Taller habló con las personas que están ayunando para conocer cuáles son sus motivaciones para tomar esta decisión y cuál es el análisis que hacen frente a este reclamo.

21 de diciembre de 2005, 00:18.

Por María Laura Salvo

Agencia Taller – Departamento de Política

lulisalvo@hotmail.com

“El ayuno es generar conciencia en la sociedad de que la solidaridad debe existir y que hay humanos que todavía entienden que se puede”. Esto lo expresó una de las docentes de la carpa. El ayuno tiene como objetivo principal  reclamar para que se destine un 36% del presupuesto provincial para el sistema educativo de Mendoza, tal como lo establece la Ley de Educación provincial. Además, el SUTE reclama por el aumento y blanqueo salarial en paritaria, por la recuperación del 82 por ciento móvil de todas las jubilaciones, por la aprobación en el Senado provincial del Reglamento del Celador, por la resolución del problema horario de los preceptores y para que el calendario comience en marzo y no el 27 de febrero, como pretende el Gobierno.

“Los ayunos son cada 5 días, son 5 compañeros por turno. Nosotros tenemos una dieta liquida a base de té, caldo y otras bebidas. Es un sacrificio que debemos hacer, esta decisión la tomamos en un plenario, que es nuestro órgano soberano dentro de nuestro sindicato. Creemos que es una medida pacífica y contundente sobre todo para concientizar a la sociedad de que otra cosa es posible”, manifestó Liliana Jaime. Además añadió: “Todos los días a la mañana vienen los médicos, nos controlan el peso, nos toman la presión, se hacen análisis para mantenernos estables porque este tipo de dieta puede ocasionar hipertensión, bajas de presión o desmayos. Es una medida de fuerza bastante dura para aquel que la lleva adelante, pero que tienen que ver mucho con la esperanza”.

A su vez, Sergio Quaglia, profesor de educación física expresó: “Nosotros venimos de un proceso, en el último año, muy duro en el sindicato donde nos ha costado lograr algunos objetivos que teníamos para mejorar las condiciones de trabajo. Entonces decidimos que esta sea una medida de fuerza que cierre un año de lucha. Y además, ver si esta presencia permanente que tenemos frente a la Legislatura moviliza la sensibilidad de algunas personas que tienen que tomar las decisiones”.

Cabe rescatar que esta carpa docente lleva más de diez días en condiciones de calor excesivo y de escasas posibilidades de tener acceso a baños para higienizarse y poder llevar adelante esta protesta. Lo primero porque incluso en la legislatura han opuesto alguna resistencia para acceder a que los ayunantes utilicen los sanitarios.

Para Cristina Raso, miembro de la conducción del SUTE, la respuesta de la sociedad a este reclamo ha sido muy dividido: “El sector de los jubilados ha tenido muy buena respuesta. Pero hay que reconocer que hemos perdido la participación. Vemos que hay toda una generación que desconoce su historia, desconoce cómo se hicieron las transformaciones sociales. Y que entonces descree de las luchas colectivas o populares, por eso hay respuestas diferentes”. Además agregó “Hay gente que viene y sabe que la sola presencia, un abrazo o el acompañamiento vale; y hay otra que cree que para qué si ya están todas las cartas tiradas, imaginan que el neoliberalismo estuvo siempre, que el egoísmo es natural”.

Así mismo, Liliana Jaime opinó: “Hemos tenido mucha adhesión, buena aceptación y mucha gente se acercó porque no tenía ni la más pálida idea de lo que esta sucediendo. Entonces, a veces, uno está en la casa y no sabe lo que pasa, porque los medios son oficialistas. Y la gente se entera sólo de lo que los medios quieren”.

Además concluyó: “creo que esta carpa esta puesta acá, con nosotros adentro para concientizar a la sociedad de que otra educación es posible, porque los chicos tienen derecho a tener educación por igual, tanto el pobre como el rico. Los maestros tenemos derecho a tener un sueldo digno que nos permita poder capacitarnos y poder estar entero para enseñarle a nuestro alumnos como corresponde. Y esos mismos alumnos necesitan tener padres ocupados. Por eso el gobierno tendría que generar políticas sociales para dar trabajo, para que nada de lo que esta sucediendo en este momento siga sucediendo. Esta es una lucha más en el camino, de muchas que vienen por delante”

“Se han acercado algunos legisladores por motus propio, en general los mismos que se acercaban antes. La respuesta ha sido indignante, nos han cerrado la puerta de la Legislatura con un cartel que dice que la entrada es por Patricias Mendocinas. No nos dejan entrar más y los policías nos muestran un libro adonde dice “prohibido la entrada al baño a los ayunantes” avalado por el vicegobernador Jaliff. Es decir, no solamente no nos dejan entrar a la casa del pueblo sino que hacen oídos sordos”. Así respondió Cristina Raso a la pregunta de si hubo un acercamiento del gobierno para discutir sus reclamos.

“En definitiva, nosotros no esperamos grandes respuestas del Poder Ejecutivo de la provincia. Lo que nosotros pretendemos es que los legisladores asuman la responsabilidad que tienen, en representación de los intereses populares para tomar las decisiones que tienen que tomar” dijo otro de los ayudantes.

“Nosotros entendemos que lo que estamos haciendo va más allá del sacrifico personal que pueda tener cada uno. Nosotros no venimos un día a una manifestación a pegar cuatro gritos y después no pensamos más en eso. Estamos permanentemente pensando en eso. Y que el hecho que ellos no tengan esa misma manera de pensar nos duele, porque en definitiva son ellos los que nos están representando a nosotros” finalizó Sergio Quaglia.

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