Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

La cultura como motor para la integración estudiantil

Más de un centenar de alumnos de Latinoamérica y Europa que estudian en la UNCuyo fueron protagonistas de un encuentro culinario y artístico. La integración desde lo cultural como clave para enriquecer la movilidad entre universidades.

imagen La cultura como motor para la integración estudiantil

Más de 150 alumnos que vinieron a estudiar a la UNCuyo fueron parte de una Feria Internacional que impulsó la secretaría de Relaciones Internacionales.

La experiencia de intercambio que viven los 154 extranjeros que estudian en la UNCuyo tuvo su faceta “cultural” con una feria Internacional que organizó la secretaría de Relaciones Internacionales para que los chicos compartieran tradiciones culinarias y formas de expresión artística, propias de su país.

Los alumnos eligieron la UNCuyo como destino académico para estudiar hasta diciembre. Este año, el Programa de Movilidad recibió a universitarios de Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Bolivia, Colombia, México, Estados Unidos, Francia, Italia, España, Alemania y Austria.

Para muchos el intercambio puede significar también una instancia de crecimiento personal, porque se relacionan con otras culturas y se integran a la vida y al ritmo de la universidad que los recibe.

En la Feria Internacional la integración se quiso potenciar desde la comida y otras formas artísticas. El encuentro se realizó en el Comedor Universitario y convocó a unos 200 jóvenes. La secretaría de Relaciones Internacionales les asignó presupuesto para que costearan la preparación de las comidas y la decoración de los stands.

Luego de saborear los diferentes platos comenzaron las presentaciones artísticas. A la música y danza típicas de Bolivia, Paraguay, Brasil, España y Argentina, se sumó una representación por el Día de los Muertos de la tradición mexicana, que consiste en un altar decorado con velas, flores, calaveras y ofrendas en un ritual que busca honrar a los difuntos.

Dime qué comes y te diré de dónde eres

En los puestos europeos, Alemania y Austria deleitaron al público con un strudel de manazas, pbrezel (pan típico) y aptelschorle (jugo de manzana y soda). Mientras que los chicos de Francia llevaron sus croissants de jamón y queso y baguettes du fromage, crepes con dulce de leche y vino.

En los stands latinoamericanos, Brasil compartió coxinhas (bocadillo a base de pollo), de postre brigadeiro y caipiriña. Chile mostró su sabor con una ensalada licuada a base de tomate y cebolla, sopaipillas y calzones rotos (con crema), cóctel terremoto y piscola. El trío compuesto por Bolivia, Paraguay y Perú convidó un ají de pollo y arroz, cuñapé (pan de queso y harina de yuca) y “mocochinche” (bebida fresca de durazno). Desde Colombia llegaron las arepas (tortilla) y la bandeja paisa con arroz, chorizo, carne molida y patacón, que se podía degustar con café y refresco de malta. El sabor de México se hizo presente con el pozole (caldo a base de granos de maíz), el mole (salsas de chiles y especias), pan de muerto y tequila.

Por último, los estudiantes mendocinos ofrecieron empanadas, sopaipillas, alfajores de maicena y mate para acompañar; además de vinos de la facultad de Ciencias Agrarias.

Contenido relacionado