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La derecha brasilera va por más

Vincula al ministro de Hacienda, Antonio Palocci, en varios casos de corrupción. Cansado de la situación, amenaza con dejar su cargo. Al mismo tiempo la oposición logra extender el plazo de la comisión parlamentaria de investigación.

15 de noviembre de 2005, 00:08.

Por Romina Scafati

Agencia Taller - Escenarios Latinoamericanos

romipauli@yahoo.com

El dirigente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Antonio Palocci, es considerado como uno de los garantes de la estabilidad económica y de la política de austeridad fiscal del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Pero su imagen se vio dañada en la última semana por medios de prensa brasileros. Estos denunciaron que Palocci, coordinador de la campaña que llevó al presidente Lula al poder en el 2002, montó una red de corrupción para financiarla con recursos ilegales (dinero aportado supuestamente por Cuba). Además lo acusan de sobornar a legisladores de otros partidos.

Inclusive Fuerza Sindical, central sindical de Brasil segunda en importancia, pidió la renuncia del ministro de Hacienda.

Cansado, Palocci ha amenazado con renunciar. Pero dijo que está dispuesto a responder las preguntas sobre la política económica y otros asuntos ante Comisión de Asuntos Económicos del Senado.

Según el diario O Globo, el ministro intenta impedir ser obligado a comparecer ante una de las comisiones parlamentarias que investigan las denuncias de corrupción contra el PT.

Recordemos que en Brasil se crearon tres comisiones parlamentarias las cuales siguen la pista de corrupción contra el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Inclusive, el jueves pasado la oposición brasileña logró que las comisiones parlamentarias de investigación se prorroguen hasta abril próximo, pese a la firme oposición del PT.

La comisión que investiga tenía plazo hasta el 11 de diciembre del corriente para presentar cargos. No obstante, según el reglamento, y luego de una votación en la Cámara de Diputados y en el Senado, el plazo se prorrogó y el grupo seguirá investigando.

Las denuncias de corrupción contra el PT y su gobierno azotan a Brasil desde hace más de cinco meses, pero lo único que hicieron fue hacer ruido, porque nunca se ha podido probar nada. La oposición busca solamente dilatar los tiempos para poder probar algo que, hasta el momento, nunca existió.

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