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La filosofía del olvido

El  Concejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo frenó la iniciativa estudiantil de denominar al Aula Magna con el nombre de una estudiante desaparecida, y de hacer un mural con los nombres de los detenidos desaparecidos de Mendoza durante la última dictadura.

01 de noviembre de 2005, 15:47.

Agencia Taller

agencia@uncu.edu.ar

El Concejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, decidió el martes 1 de noviembre el paso a comisiones del proyecto de hacer un mural en la planta baja de esa unidad académica con los nombre de los detenidos desaparecidos de la provincia de Mendoza durante la dictadura militar (1976-1983)

En la misma sesión, se descartó denominar al Aula Magna “Susana Bermejillo”, estudiante desaparecida en marzo de 1976. Los argumentos del decano Adolfo Cueto acerca de esta negativa radican en la fecha de desaparición de la estudiante: “Bermejillo desaparece el 20 de marzo, cuatro días antes del comienzo del proceso militar”.

Luciana Vega, estudiante de Historia y militante de la agrupación H.I.J.O.S. expresó a Agencia Taller que “la represión genocida empezó antes del golpe a partir del accionar de la Triple A y al Comando Anticomunista de Mendoza (CAM). Para nosotros es una desaparecida como todos los treinta mil argentinos que están en esa condición”.

Vega agregó que “los argumentos formales de Cueto marcan los intentos de frenar las demandas de memoria colectiva expresadas por los estudiantes y la complicidad de las autoridades con el golpe genocida y sus intereses”.

“La complicidad queda más evidente con los homenajes que la Facultad hizo en su momento a distintos docentes que participaron como funcionarios durante el gobierno militar”, finalizó la integrante de H.I.J.O.S.

Los proyectos seguirán discutiéndose en las distintas comisiones, aunque quedó evidenciado en la sesión la voluntad política de las autoridades de la Facultad.

Los estudiantes se habían movilizado hasta el recinto de la sesión del Concejo Directivo acompañados por organismos de derechos humanos y organizaciones políticas y sociales. Las demandas discutidas surgieron de distintas asambleas estudiantiles realizadas en el marco de la toma del edificio por parte de los alumnos durante el mes de agosto. Estos y otros reclamos, como la quita de crucifijos de las aulas, habían logrado el compromiso de las autoridades de la Facultad y la Universidad en función de avanzar en la efectiva meterialización de las demandas estudiantiles. 

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