"Historia de la Facultad de Ciencias Agrarias Universidad Nacional de Cuyo" es el nombre de un libro que se presentó ante miembros del Consejo Directivo de esa Unidad Académica.

Es un trabajo del ingeniero agrónomo de la UNCuyo, Jorge Tacchini, que describe recuerdos y reúne documentación para trazar el derrotero vital de la Facultad que se ubica en la calle Almirante Brown 500, en Luján de Cuyo.

Los ejemplares que retratan la historia de la Institución se podrán conseguir en la Biblioteca de Ciencias Agrarias.

Tacchini se desempeñó como docente en la facultad de Ciencias Agrarias. Fue profesor titular de las cátedras de Economía Agraria desde 1965 hasta 1996 y de Administración Rural desde 1965 hasta 1977. También fue director del Instituto de Economía Agraria entre 1965 y 1995 y ejerció la enseñanza en carreras de posgrado en diversas universidades nacionales e internacionales.

También fue investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre otros organismos de investigación.

En la gestión universitaria se desempeñó como vicedecano y decano en tres periodos y hasta la jubilación en la Facultad.

“En una Universidad es importante una continuidad que permita formar escuelas que consoliden una tradición, sin descuidar el proceso innovativo en la enseñanza e investigación. Todas las grandes universidades han logrado este propósito afirmando su prestigio con el tiempo. Si cada docente ignora las obras realizadas en el pasado, jamás podrá obtenerse una continuidad que propicie el desarrollo con bases firmes. Construir sobre el pasado es como levantar un edificio sólido que crece con el sucederse de las generaciones. Cada uno lo mejora y enaltece. Una institución sin pasado es parecida a un barrio en el que cada integrante levanta su ranchito, pero no se extiende porque los edificios no resisten el paso del tiempo y se sigue construyendo sobre los menospreciados escombros del ayer”, expresa Tacchini en el prólogo de su obra.