El enfriamiento de la economía por la crisis internacional y por causas endógenas ha generado en el país retracción del consumo, despidos y malos augurios, pero también tiene su lado positivo: la inflación se desacelera.

El enfriamiento de la economía por la crisis internacional y por causas endógenas ha generado en el país retracción del consumo, despidos y malos augurios, pero también tiene su lado positivo: la inflación se desacelera.

Según el relevamiento realizado durante octubre en la provincia por la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, la canasta alimentaria aumentó 1,1% mientras que la canasta básica (parcial) lo hizo en 1,6%, cuando en setiembre habían crecido 1,9 y 1,7% respectivamente.

Este enfriamiento, según el informe de los economistas, viene operando desde la segunda quincena de setiembre.

Considerando los valores de los meses anteriores, esto implica que en el último trimestre los precios que componen la canasta alimentaria han crecido 5,8% y los que componen la básica han crecido 6,2%. En tanto, en los diez meses que han transcurrido de 2008 los precios que componen las dos canastas han crecido 25% y 22,8%, respectivamente.

El trabajo del equipo liderado por Alejandro Trapé incluye el relevamiento periódico de un total de 121 productos alimenticios, 10 bebidas, 60 productos de limpieza y 25 productos de higiene personal. No incluye alquileres, gastos en educación y salud, entre otros.

En el último trimestre el rubro lácteos es el que ha experimentado el mayor aumento, seguido por verduras y frutas. Esto ha sido en parte compensado por las carnes, cuyo crecimiento se desaceleró notablemente en el trimestre.

Si se toma en cuenta el último año (es decir desde el 1 de noviembre de 2007 hasta el 30 de octubre último) el incremento en el costo de la canasta alimentaria ha sido de 30,1% y en la básica del 30,7%. Cuando se tomaba a mediados de año el aumento de precios durante los doce meses anteriores, esos valores llegaban a 33%.