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“La información ya no tiene valor social sino valor de mercado”

“Con la imagen no alcanza” fue el título de una de las mesas-debate que se realizó en el Congreso Mundial de Periodismo, el 17 y 18 de noviembre en Buenos Aires. Agencia Taller estuvo presente en esta discusión.

Por María Laura Salvo

Agencia Taller

lulisalvo@hotmail.com

Con la consigna de hacer balances y analizar las causas de la crisis del periodismo de investigación; enmarcando esta crisis en una crisis del periodismo en general, como resultado de diferentes situaciones políticas, económicas y sociales. Y en especial analizando al periodismo en un mundo cada día más heterogéneo por el desarrollo de las nuevas tecnologías.

En este debate participaron importantes periodistas y productores de programas de televisión. Con la intención de que se diera una visión más profunda y una autocrítica desde quienes impulsaron y fueron partícipes de esto que fue denominado periodismo de investigación.

“El sistema ya no requiere más de periodistas, puede funcionar sin ellos, o con periodistas reducidos a meros obreros de una cadena de montaje. La gente conoce los periodistas famosos que representan los noticieros, pero detrás de ellos se esconden miles de periodistas que son los que alimentan la maquinaria”. Así,  para iniciar con el debate Irene Bais, periodista de Telenoche Investiga, citó a Ignacio Ramonet, el director de Le Monde Diplomatique: “Ramonet sostiene que la modificaciones sociales, económicas y políticas de las últimas décadas introducidas por el neoliberalismo van a terminar con la desaparición del periodismo”. Además manifestó: “la globalización económica estableció el mercado como único parámetro. Los cambios ocurridos en el campo de las comunicaciones debido a la convergencia de tecnología han revolucionado las formas de producción, de difusión y de recepción de la información. Se ha transformado profundamente tanto las herramientas como el objeto de nuestro trabajo, así como las condiciones laborales”.

Asimismo, Marcelo Stiletano, periodista de La Nación, se preguntó: “¿quién ocupa el espacio que deja vacío el periodismo de investigación en la televisión?” “En realidad lo que está ocupando ese espacio es la afirmación del show periodístico, una suerte de banalización o frivolización del tratamiento informativo, que solamente queda al descubierto cuando hay un hecho contundente de la realidad que obliga a prestar atención”. Y agregó: “Evidentemente la tele en estos días no tiene demasiado que decir en términos de interpretación, de análisis, de evaluación de los hechos”. 

Para Stiletano el periodismo comenzó a quebrajarse y a tambalear cuando los programas dedicados a la parte más frívola de la sociedad mediática empezaron a utilizar el recurso de la cámara oculta. “Empezaron a aplicar el fenómeno de la cámara oculta a hechos que no tenían que ver con lo que había inspirado de alguna manera y justificado el surgimiento y el apogeo de este recurso televisivo”. Concluyó al decir que “terminaron por dejar al descubierto el riesgo de la manipulación y del uso de este tipo de instrumentos en contra de un principio básico e inalienable en cualquier sociedad que es el derecho a la intimidad”.

Sobre este tema reflexionó Hugo Macchiavelli, periodista de La Liga y Punto Doc, aludiendo que esto tiene un anclaje en lo que nos pasa como sociedad. “La cámara oculta produce un efecto inmediatamente en la pantalla, todos queremos ver aquello que no se podría ver de otra manera. Este fenómeno también  tiene sus lazos con lo que pasaba en el teatro Coliseo como fenómeno de espectacularización, es un fenómeno nuevo, que hace a nuevas tecnologías y cada fenómeno ha provocado controversias.”

Según Fabiana Dieguez, periodista de Telefe Noticias, este es un proceso de desgaste de los programas, y de las condiciones de trabajo en los medios. “Este requerimiento de la espectacularidad hace que cada vez se vaya deteriorando el contenido. En este momento los temas pueden ser interesantes para investigar pero si no aseguran un efecto en la imagen sino tiene un impacto, es descartado”.

Además señaló: “hoy no sabe quien conforma el poder. Porque muchas veces lo que hay que consensuar con los temas que se van tocando es eso, este tema puede ser viable no porque no sea digno de ser investigado sino porque en determinada lista ese tema toca algunos de los intereses de la empresa con que nosotros estamos trabajando. Que no necesariamente es el canal  donde uno trabaja sino que puede ser la compañía petrolera que pertenece al grupo donde vos estas trabajando. Se fue flexibilizando nuestro trabajo, ya ni siquiera  somos empleados de un canal sino monotributistas que facturamos para una empresa, por lo cual tampoco tenemos una contención real para lo que estamos haciendo”.

“Es un proceso de acatamiento porque los medios ya no son empresas mediáticas sino que son parte de conglomerados en los cuales hay bancos, empresas petroleras, es decir, un montón de otras empresas, y eso limita los contenidos”.

Para concluir con este debate, Irene Bais expresó “la información modificó sustancialmente sus características. Ahora es superabundante, veloz e instantánea, fortaleciendo su valor como mercancía. La información no tiene valor social sino valor de mercado, produce sin cuestionar las relaciones de poder. El periodista debería pensarse como un intelectual y no como mero operador técnico, necesita capacitarse permanentemente, desarrollar instrumentos y contextos para aprender la realidad compleja y poder transmitirla con rigurosidad. No creo que se trate de una cuestión individual. Tenemos que construir una nueva ética, preguntarnos por la relación con las fuentes, sobre la función social de nuestra información”.

Además, el periodista de La Nación planteó que “a partir de estos elementos, se suma la sensación de que este gobierno es el más empecinado en  controlar a los medios”. Con respecto a esto destacó la forma de presión del gobierno actual con las licencias y la de prórroga que se estableció por un decreto de necesidad y urgencia. La obligación y el deber de los periodistas tienen que ver con dejar de lado la banalidad, tomar conciencia de que lo espectacular y lo efectista no es lo más importante. Me parece que es posible que se vuelva a investigar”, agregó.

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