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“La ministro no puede hacer volar a pilotos, los aviones estaban parcialmente aptos para volar\"

Así lo afirmó a Agencia Taller el diputado demócrata Roberto Pradines, integrante de la Comisión Investigadora de la Lucha Antigranizo 2004-2005, en relación a los aviones Cessna 340 contratados por el Gobierno de Mendoza. Según el legislador, se viene el juicio político a la ministro de Economía Laura Montero. La opinión de un especialista independiente.

15 de agosto de 2005, 16:46.

Alfredo J. González

Agencia Taller. Departamento de Política

alfredo3t@yahoo.com.ar

 “Estamos viendo todos los antecedentes y pruebas, y creo que hay de sobra. Al menos desde el punto de vista político, ya tiene responsabilidad y como funcionaria. La ministro no puede hacer volar a pilotos ya que los informes decían que los aviones estaban parcialmente aptos para volar”, concluye tajante el demócrata Roberto Pradines.

El 6 de febrero de 2005 salió desde la base de San Rafael el avión Cessna 340 matrícula N5790M tripulado por los pilotos Gabriel Giralda y Alejandro Scaf. Tenían la misión de combatir una tormenta granicera que se estaba formando en las cercanías del departamento de San Carlos, en Mendoza. Tres horas después de la medianoche la nave se estrelló contra el suelo dejando como resultado a los dos pilotos muertos.

Pradines aseguró ante Agencia Taller que “desde el 7 de enero hay un informe del Vice Comodoro Isaías, que expresa que los aviones son parcialmente aptos para volar -pero no de noche- para mitigar el granizo. Esto se comprueba con lo que venían manifestando los pilotos como un secreto de voces”.

“Así es –continúa Pradines- como se establece el acta, después del accidente, manifestando que los pilotos no pueden volar de noche. Y esa acta está confirmada por un informe que en su momento hizo el Comodoro Marcelo Puig a cargo de la IV Brigada Aérea en donde consta que desde el 18 de febrero los aviones no iban a volar de noche”.

Pradines hace referencia a lo que los pilotos comentaban entre ellos. Después del accidente del 7 de febrero ninguno quería salir a volar de noche porque los aviones no poseían los elementos necesarios para poder desempeñarse en un vuelo nocturno de siembra de nubes.

Carecían de instrumentos que brindan información de la posición de la nave y de la Radio Altímetro que alerta sobre la proximidad del terreno o las propias limitaciones de la aeronave que hacen difícil el escape de una situación peligrosa y, por lo tanto, tornaban difícil el desempeño de los pilotos.

Sus GPS (General Position Sistem) indispensables para conocer la ubicación, no funcionaban, o lo que es peor no poseían información de Sudamérica. Por esto, los pilotos labraron sendas actas buscando suspender los vuelos nocturnos de siembra de nubes, ya que los aviones Cessna no poseían un nivel aceptable de seguridad operacional. 

Consultado por la disponibilidad de los papeles en donde consta el estado del avión que se accidentó, Pradines responde: “yo lo he pedido en reiteradas oportunidades y nunca me lo han enviado. Aducen que esa información está siendo consultada por la Comisión de Investigaciones de la Fuerza Aérea Argentina”.

El legislador demócrata agrega que “las falencias que tenía ese avión –accidentado- deben ser similares a las de los otros tres Cessna que estaban plagados de averías y roturas. Algunos no tenían radar, fallas de motor y presión de aceite, no funcionaban los deshieladores, el GPS tampoco estaba”.

Oscar Mattolini es piloto civil y de aeroplanos desde 1966. Actualmente es Vicepresidente de la comisión del Aeroclub San Martín. Consultado por Agencia Taller, Mattolini dijo que atacar la tormenta “después de formado el granizo ya es tarde y peligroso para el avión”.

“Es más –agrega-, ya hubo un antecedente con la empresa Weather Modification en el que el (avión) Pipper Cheyenne quedó abollado. Las cosas se tienen que hacer con el tiempo necesario porque después no se sabe a quién echarle la culpa”.

“Si los aviones salieron dos horas tarde, entonces ¿qué es lo que se está haciendo?”, pregunta el especialista. Y él mismo responde: “se está tirando el dinero, invirtiendo capital que cuesta mucho mantenerlo. Se arriesgan vidas humanas”.

Segundos después de ver el informe con las fallas técnicas que tenían los Cessna no accidentados, el Vicepresidente del Aeroclub San Martín sentenció: “Con algunas fallas que se ven yo no habría salido a volar”.

“La pérdida de potencia, la caída de revoluciones de 200 vueltas en un motor (lo normal son 100 a 150 vueltas, dependiendo del tipo de motor); es evidente que ahí hay algo que no está bien a punto, algo pasa. El piloto no tendría que subir porque está haciendo un vuelo nocturno, no uno visual. Es un vuelo instrumental y a veces estás a ras del suelo y eso es lo que les pasó. Esa gente -por los pilotos- no vio el suelo”, concluyó Mattolini.

El analista dijo, ante Agencia Taller, creer que “todas las veces se actuó fuera de tiempo. La gente de meteorología y los pilotos saben, por los radares, que una nube puede producir granizo. Entonces, cuando hay un principio de formación ahí tendrían que ir, no dejar formar los núcleos de condensación porque después es tarde para que los aviones actúen. El cúmulo - la nube granicera- cuando está desarrollado es terrible, terrorífico para el avión, lo desarma”.

Los dos entrevistados coincidieron en que la Lucha Antigranizo se llevó a cabo de manera irresponsable y fuera de tiempo.

El legislador demócrata Roberto Pradines hace hincapié en las falencias técnicas de las naves y en la responsabilidad política de la Ministra Laura Montero. Pero el técnico Oscar Mattaloni que llega a la misma conclusión desde su experiencia profesional, sostiene “que la Lucha ha sido negativa y que si los aviones no hubieran actuado el resultado hubiera sido el mismo. Puede ser que en algunos casos el granizo haya sido reducido pero la lucha antigranizo debe empezarse antes”.

Pradines por su parte, advierte que en la nueva compra de aviones prevista por el Gobierno “no se ha hecho lo que se denomina una preinspección, que es una inspección realizada en un taller antes de la compra y que después se determina cuales son las novedades del avión”. Dice que “en su lugar se ha enviado a un abogado (Gustavo Marón) y dos personas de la DNA (Dirección Nacional de Aeronavegabilidad), pero esta dirección es la que emite el certificado de habilitación. Entonces, no puede ser juez y parte. Lo que hay que buscar es un taller que revise el avión, hacer el informe y después comprar o no y una vez comprado se piden las certificaciones en la DNA”.

Mientras esta discusión sigue abierta, los diputados que representan al Partido Justicialista en la Comisión Investigadora también quiere avanzar en el juicio político a la Ministra Laura Montero.

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