De la mano de Marcos Bruno, ingeniero en Mecatrónica egresado recientemente de la Facultad de Ingeniería, la UNCUYO logró "viajar” al espacio. El nombre de la universidad despegó desde Cabo Cañaveral, Estados Unidos, impreso en un dispositivo que lleva uno de los cuatro satélites que la empresa argentina Satellogic lanzó el último miércoles.
Como estudiante de la UNCUYO, en 2020 Marcos ganó un concurso junto a jóvenes de otras universidades argentinas organizado por Open Space. Agrupados en el equipo “Universitwin”, su premio se hizo realidad ahora con la puesta en marcha del experimento que diseñaron, que consiste en medir con sensores una serie de variables científicas en el espacio. Esto se logra a través del dispositivo que diseñaron –del tamaño de un cubo de Rubik-, que ya llegó a la órbita terrestre en uno de los satélites de Satellogic que despegaron el 25 de mayo en el cohete Falcon 9, propiedad de Space X, del magnate Elon Musk.
“Mandar cosas al espacio es ridículamente caro y nosotros queremos colaborar con todas las iniciativas que buscan democratizar el acceso al espacio, como la de Space X”, cuenta Marcos. Con el objetivo de bajar los costos de fabricación de tecnología espacial, el equipo de Universitwin evaluará –con los datos de los sensores que diseñaron- cuánto se degradan en esa atmósfera tan hostil una serie de materiales más baratos que podrían servir para construir cohetes y otros dispositivos en el futuro.
“Sabemos que con el tiempo va a divergir su temperatura, va a empezar a andar mal nuestro censor pero no el del satélite (fabricado con tecnología superior). Entonces vamos a poder estudiar cómo diverge y de esta forma aplicar acciones correctivas a partir de ciertos algoritmos”, explica Marcos.
De esta manera, el experimento va a tener un modelo de corrección de esa degradación de los materiales, lo que permitirá “democratizar el acceso al espacio porque la gente va a poder enviar cosas con instrumentación de una calidad con un costo infinitamente menor".
Según informó ayer la empresa encargada de la misión, “los cuatro satélites se han puesto en contacto con la red de estaciones terrestres de Satellogic con buenos informes de salud”. De esta manera, ya están listos para empezar a recolectar datos, entre ellos desde el dispositivo diseñado por Marcos y sus compañeros.