"Traté de calmar un poco las aguas", afirmó Franco, tras la agitación del día anterior, una de las jornadas más caóticas de la crisis que ya lleva dos meses.
 
Horas después de ser elegido, anteayer, Franco se acercó al Ministerio de Educación, donde se reunió con funcionarios. Ahora, el vicerrector intentará encontrarse con el ministro Daniel Filmus la semana próxima.
 
Además, Franco recibió ayer al decano de Agronomía, Lorenzo Basso, quien se acercó a aclararle que no había firmado el documento de los decanos y consejeros de la izquierda, difundido tras la elección, en el que afirman que no participaron en la votación y la califican de irregular. El nombre de Basso, sin embargo, aparecía en el documento.
 
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¿Sí o no? No fue el único comunicado que evidenció conflicto. "La FUBA denuncia la designación trucha de Aníbal Franco como vicerrector", decía una declaración en la que la conducción de la federación estudiantil criticaba el "carácter fraudulento" de la elección. "Dirigentes de la FUBA saludan la elección de vicerrector", decía otro, firmado por su secretario general, Joaquín Cara, del Colectivo para la Transformación Universitaria que, como otros grupos, califica a la izquierda de "usurpadora" en la FUBA.
Por Raquel San Martín