Aunque la mayoría de los chicos que comienzan la universidad en el país lo hagan pensando en ser abogados, médicos, contadores o psicólogos, hay tendencias promisorias: carreras de creación reciente, con salidas laborales poco convencionales y relacionadas con sectores productivos en crecimiento van ganando lugar en el interés de los nuevos ingresantes.
En esta época de reuniones informativas e inscripciones para cursos de ingreso, un relevamiento realizado por LA NACION en más de diez universidades públicas y privadas mostró que los intereses de los chicos se están diversificando: comercio exterior, enfermería, ingeniería en alimentos o en producción agropecuaria, biotecnología, artes electrónicas, entre otras, se mencionan como objeto de consultas e interés.
Además, dos fenómenos son recurrentes: la pregunta de los chicos por la salida laboral y la presencia de los padres, cada vez más frecuente y notoria. Algunas instituciones, incluso, ya realizan reuniones informativas sólo para ellos.
En la Universidad Católica Argentina (UCA), las carreras relacionadas con la música -composición, dirección coral, dirección orquestal, interpretación musical, entre otras- ya tienen un 50% más de inscriptos que el año pasado, seguidas por publicidad, con 45% más de interesados. Aunque derecho ocupa el tercer lugar, le siguen algunas ingenierías novedosas, como ambiental y en producción agropecuaria.
En la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), en tanto, "despiertan interés carreras no tradicionales, como artes electrónicas, que atrae desde su nombre, o psicomotricidad, especialmente para profesores de educación física", comentó Celina Curti, coordinadora del curso de ingreso de la Untref. "Pero también otras más tradicionales y vinculadas con una salida laboral, como administración", agregó.
Otro tanto ocurre en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en Santa Fe, donde las más atractivas siguen siendo derecho y ciencias económicas, aunque nutrición está registrando muchos interesados.
Según comentó Alejandro Pivetta, director de Bienestar Universitario de la UNL, "también generan interés las tecnicaturas, que permiten tener un título en dos años y completar en otro momento la licenciatura". Para Pivetta, el cambio de tendencia en el interés es una cuestión de tiempo. "A medida que se vaya diversificando la oferta de carreras, las tradicionales van a seguir siendo numerosas, pero ya no masivas", pronosticó.
En la Universidad del Salvador (USAL), en tanto, dos carreras están despertando mayor interés que otras: enfermería y relaciones públicas, mientras las tradicionales crecen, pero al ritmo usual.
Más lentamente, pero de manera sostenida, incrementan sus inscriptos en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) carreras vinculadas con nuevos sectores productivos, como biotecnología, automatización y control -cuyos estudiantes avanzados tienen continuas ofertas de trabajo- e ingeniería en alimentos. "Tienen una salida laboral distinta, precisa y clara", comentó el secretario académico de la UNQ, Martín Becerra.
 
Lento descenso
En el Ciclo Básico Común (CBC) de la UBA, mientras tanto, las carreras tradicionales encabezan las preferencias desde hace años, aunque en los últimos tiempos están registrando continuos descensos. "Aparece interés por otras carreras, que no tenían tanta demanda antes, como ingeniería civil, ingeniería mecánica, bioquímica y artes", comentó Alicia Cibeira, a cargo del Departamento de Orientación Vocacional del CBC.
También las carreras tradicionales se imponen en la Universidad de Belgrano (UB), con psicología, arquitectura y abogacía a la cabeza, pero seguidas por comercio exterior, hotelería e ingeniería.
Comunicación social y abogacía encabezan las consultas en la Universidad Austral, mientras las inscripciones crecen en medicina e ingeniería industrial.
En las universidades más especializadas hay tendencias interesantes. En el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), ingeniería industrial e ingeniería informática encabezan las consultas, pero están creciendo ingeniería en petróleo y una carrera novedosa, la licenciatura en administración y sistemas, que tendrá sus primeros graduados el año que viene. En la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), dedicada a las ciencias sociales, notan un fuerte interés este año en estudios internacionales y ciencias políticas, aunque economía y economía empresarial continúan liderando el interés.
"A los chicos les interesan tres cosas: los planes de estudio, las vinculaciones con empresas y quiénes son los profesores, dónde estudiaron y dónde trabajan", sintetizó Matías Popovsky, a cargo del Departamento de Relaciones Institucionales de la Universidad de Palermo (UP), donde la mayor cantidad de inscripciones se dirige a ingeniería en informática, administración y comercialización.
"Preguntan por la modalidad de cursada, porque muchos trabajan, y quieren aclarar de qué se ocupa un graduado de cada carrera", comentó Curti, de la Untref. En la UTDT, notan que los chicos "vienen más exigentes y con más información. Averiguan por los intercambios, la dedicación de los profesores, el desarrollo profesional y los servicios de la universidad", dijo Silva Nieto.
La presencia de los padres es cada vez más notoria. En la UCA, desde el año último organizan reuniones especialmente para padres, como en la Universidad Austral. "Hay mucho desconcierto. Los padres vienen porque sus hijos no saben qué estudiar, o porque han elegido algo, pero ellos sienten que no es una decisión bien tomada", dijo Sciola.
 
Una tendencia que continúa
Los resultados de las consultas de LA NACION siguen una tendencia que ya se advertía el año último. Según el Ministerio de Educación, las áreas que más crecieron en número de aspirantes entre 2004 y este año en las universidades nacionales fueron ecología y ciencias del ambiente (72% de aumento), química (52,6%), farmacia (22,4%), ingeniería química (17,1%) y agronomía (15,9%). Entre las que más aspirantes perdieron están algunas de las que desde hace años son las más elegidas: administración (pierde 14%), psicología (11,9%), informática (10%), medicina (9,4%) y contador público (4,9%).
Por Raquel San Martín,  De la Redacción de LA NACION