El anuncio se hará esta mañana en la Casa Rosada, con la presencia de investigadores y funcionarios del sistema científico. Pero además se agregará otra buena noticia: se otorga a investigadores de todas las categorías el aumento de 100 pesos que se dispuso para el personal del Estado (que ganaba hasta 1200 pesos).
La jubilación con el 85% -sancionada por la ley 22.929- había sido derogada en 1993 por una mala interpretación de otra norma, la 24.241, que eliminó las jubilaciones de privilegio, sin hacer mención explícita de los maestros (un caso similar) ni de los científicos. Un decreto posterior incluyó a ambos grupos.
Ahora, un decreto de necesidad y urgencia firmado por el Presidente argumenta que un decreto no puede derogar una ley (la 22.929), por lo que ésta sigue vigente y a partir de ahora los científicos recobrarán el status previsional anterior.
La disposición abarca a investigadores científicos y tecnológicos del Conicet, la Conea, el INTA, el INTI, el Instituto de Ciencias y Técnicas Hídricas, y los organismos de investigación de las Fuerzas Armadas. Si bien la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva tiene registrados alrededor de 40.000 investigadores, no se sabe cuántos aportan como científicos y cuántos como docentes. Ni los profesores universitarios ni los técnicos del Conicet tendrán derecho a este beneficio, pero se estima que por lo menos 10.000 personas estarán incluidas.
Para hacer frente a estas nuevas obligaciones previsionales, se crea un "régimen especial para investigadores científicos y tecnológicos". Parte de los fondos provendrá de un aumento del 2% en los aportes jubilatorios de los propios científicos (es decir, se vuelve al nivel de aportes que históricamente estipulaba la ley). Si hicieran falta más recursos, el decreto de necesidad y urgencia autoriza al jefe de Gabinete a transferirlos.
A partir del 1° de mayo, fecha en que entrará en vigor la nueva disposición, la Secretaría de Seguridad Social tendrá sesenta días para reglamentarla. Entre otros vericuetos legales, habrá que decidir, por ejemplo, cómo deberá procederse en el caso de aquellos que hayan optado por una AFJP y otros casos particulares.
El 85% se calculará sobre la base del sueldo bruto correspondiente al último cargo que se haya ocupado durante un lapso mínimo de 24 meses.
Con respecto al aumento de sueldo de 100 pesos, a diferencia de lo que se dispuso para el resto del personal del Estado, dado que en el sistema científico prácticamente no hay quienes ganen menos de 1200 pesos (tope máximo que se tomó en cuenta para el resto del aparato estatal), en el caso de los investigadores se otorga a todas las categorías.
Si se suman éste y el aumento dispuesto a fines del año último, para algunos cargos el incremento alcanza porcentajes interesantes. Por ejemplo, para el de investigador asistente, que pasó de 1114 pesos a 1614, ronda el 45%. Y para el de becario doctoral, que pasó de 867 a 1319, asciende al 52%.