Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

La Nación: China, en versión actualizada

El cónsul argentino en Shanghai, Miguel Velloso, disertó frente a un grupo de empresarios sobre nuevos desafíos y oportunidades del país asiático

28 de marzo de 2006, 14:11.

El embajador Miguel Alfredo Velloso, a cargo del consulado en Shanghai, es uno de los argentinos que más conocen los secretos del mercado chino. También, uno de los más importantes docentes que tienen los empresarios de nuestro país que quieran hacer negocios en China. Por eso, de paso por Buenos Aires, Velloso fue agasajado en un almuerzo organizado por la Cámara de la Producción, el Comercio y la Industria Argentino-China (Cpciach). En esa reunión, el diplomático ofreció un panorama de las novedades del desarrollo chino.
 
Es que, como esta economía parece no tener freno, es fácil quedarse con datos viejos. Por eso, el diplomático contó con un auditorio selecto en el que no faltó ninguna empresa que esté haciendo o programando negocios con ese mercado.
 
Velloso - cuyo consultado tiene una jurisdicción en una zona de 200 millones de personas- trazó un cuadro con las potencialidades y la cooperación comercial entre ambos países. Respecto de China destacó sus crecientes necesidades alimentarias, de diversificación de mercados y expansión de su producción hacia otras regiones y de aprovisionamiento de materias primas; su gran dependencia energética; la presión demográfica y sus 820.000 millones de dólares de reservas (el doble que hace sólo tres años).
 
En cuanto a nuestro país, destacó que es el 8o productor de alimentos del mundo; que con un mayor acercamiento a China podría compensar la asociación estratégica brasileño-japonesa; que tiene necesidades de inversiones en sectores clave de la infraestructura, y posee know how y excedentes energéticos (GNC), además de necesitar ampliar su base demográfica.
 
Si bien es verdad que las ventas argentinas a China siguen concentradas en aceites y semillas oleaginosas, que representan el 84% de los envíos, no es menos cierto que en los últimos años otros rubros lograron algunas tajadas de la torta. Por ejemplo, pieles y cueros (5%), fundición, hierro y acero (3%), plástico (1%), lana (1%) y pastas de madera (1%). "En todos los casos la participación argentina en el total importado por China es baja, lo que nos da una idea del crecimiento potencial de ese mercado", dijo Velloso.
 
Entre las oportunidades de negocios, el diplomático destacó especialmente la potencialidad del sector servicios, sobre todo en turismo y estudios universitarios. "Así como cerca del 6% de los estudiantes extranjeros en las universidades de los Estados Unidos proviene de China, la Argentina podría capitalizar el creciente interés por aprender español y estudiar en el extranjero de la juventud china", explicó.
 
Turismo y universidades
 
Por otro lado, se prevé que para 2020 habrá unos 100 millones de chinos recorriendo el mundo. En 2004, unos 8700 turistas chinos ingresaron en la Argentina por el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. "Nuestro país tiene actualmente precios competitivos y podría ofrecer exitosamente grandes centros turísticos. Para eso, hay que preparar agencias especializadas como lo hicieron Estados Unidos, Europa y Australia", agregó.
 
Otras posibilidades se abren en el sector minero a partir de la necesidad ilimitada de materias primas que tiene China; en alimentos, por las perspectivas de desarrollo agrícola de los nuevos productos que consumen los chinos; en desarrollos forestales, por la alta demanda de madera y pulpa de papel para su industria, y en vitivinicultura, porque desde el año pasado la tarifa china de importación para el vino pasó a ser del 10% (antes del ingreso de esa economía en la Organización Mundial del Comercio, dicha tarifa era de entre 37,5 y 65 por ciento.
 
Entre la gran cantidad de estadísticas que apuntalaron su disertación, Velloso mencionó las siguientes:
 
El año último, el producto bruto interno (PBI) llegó a los US$ 2,2 trillones y el objetivo del gobierno es llegar a los US$ 4 trillones para 2020. Para entonces, el PBI per cápita pasaría de los actuales 1703 dólares a 3000. En el área de Shanghai, el PBI per cápita trepa a los 5000 dólares. En 2005, China importó por US$ 660.120 millones, exportó por US$ 762.000 millones y tuvo un superávit de US$ 101.880 millones. 
  
China ya no vende sólo chuche-rías: en 2004, se exportaron US$ 247 billones de todo tipo de maquinarias y US$ 11 billones de vehículos. Las exportaciones de software chino llegaron a US$ 3500 millones el año último. Con 351 millones de teléfonos fijos, 393 millones de celulares y 30 millones de usuarios de banda ancha -todas cifras 2005-, China es uno de los países más desarrollados en telecomunicaciones.
 
Actualmente, el 19% de la población es de clase media; esa cifra podría trepara al 40% en 2020.
 
El consulado argentino en Shanghai -centro económico-financiero de China- tiene un Centro de Promoción Argentino que ofrece información a las empresas interesadas en el mercado chino. En la web: www.consuargensh.com
Por José Crettaz De la Redacción de LA NACIÓN

Contenido relacionado