Más que de arte, en la institución que reúne a las escuelas artísticas más prestigiosas del país, el Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA), se habla en los últimos tiempos de estatutos, leyes, derechos y deberes.
Liliana Di Maio, la nueva rectora elegida anteayer en una asamblea que los estudiantes consideran ilegítima, tomó ayer posesión del cargo en las oficinas administrativas y jurídicas, en Esmeralda 672. Las del rectorado, en Paraguay 786, continuaban anoche tomadas por un grupo de alumnos de diferentes carreras que reclaman una mayor representatividad estudiantil en el Consejo Superior de esa institución.
"Confío en que este conflicto se solucionará porque nuestro espíritu es abierto y queremos hacer una política de consenso", dijo ayer Di Maio a LA NACION y afirmó que aspira a "ordenar el IUNA y juntarnos con nuestro mejor capital, que es la producción artística".
Hasta anoche, ni Di Maio se acercó a golpear la puerta del rectorado, ni los estudiantes que lo ocupan desde anteayer al mediodía hicieron lo propio en las oficinas administrativas ubicadas a pocos metros de allí.
"Trataremos de que esto se resuelva dentro de los términos de autonomía universitaria", dijo a LA NACION Juan Carlos Pugliese, titular de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación. Para el funcionario, la asamblea que eligió a Di Maio es "absolutamente legítima" y, por el contrario, la toma del rectorado es ilegal y no puede usarse como medio de presión, "cuando están dadas todas las condiciones legales para alcanzar lo que piden".
Gonzalo -estudiante de la ex escuela Ernesto de la Cárcova y actual Dirección de Posgrado de Artes Visuales-, que es parte del grupo que mantiene tomado el rectorado, explicó a LA NACION que "el conflicto está en todas las sedes del IUNA porque la crisis existe desde su creación. Pedimos que se revean los mecanismos de participación".
En concreto, los alumnos objetan que en la mayoría de los departamentos no se realizan elecciones para representantes estudiantiles y que el estatuto pone como condición para ser candidato tener un número de materias cursadas.
Di Maio anticipó que llamará "rápidamente" a elecciones en el claustro estudiantil, "porque corresponde hacerlo"; propondrá al Consejo Superior la reforma del estatuto -el actual es el que se redactó en forma provisional cuando se creó la universidad, en 1996- y el análisis de la distribución presupuestaria, objeto de discusión durante la gestión del primer rector, Raúl Moneta, que renunció en julio pasado en medio de acusaciones de malversación de fondos y abuso de autoridad. La nueva rectora adelantó también que se propone revisar los diseños curriculares "para mejorar la calidad académica y alcanzar un mayor nivel de articulación entre los departamentos".
Todas las artes juntas
El IUNA concentra la dirección y administración de siete históricas escuelas e institutos de arte, que se convirtieron en "departamentos", con rango de facultades, pero que conservaron diferentes regímenes de ingreso, extensión de las carreras, cantidad de materias y sistema de correlatividades. Hoy, unos 15.000 jóvenes concurren a las carreras de artes dramáticas, artes del movimiento, artes visuales, artes musicales y sonoras, de folklore o de formación docente en cada uno de estos lenguajes artísticos.
El IUNA tiene, según Di Maio, cinco edificios propios -los que pertenecían a las escuelas que fueron transferidas- y numerosas sedes alquiladas, todas en muy mal estado edilicio, por lo que la nueva conducción pretende "implementar un plan de reformas de infraestructura".
Silvina Premat
La Nación: Clima de crisis para la nueva gestión de las escuelas de arte
La rectora Di Maio asumió pese a las objeciones estudiantiles