SANTIAGO.- La protesta de los alumnos secundarios en Chile, la mayor de las últimas tres décadas, creció en magnitud ayer y redobló su desafío al gobierno de Michelle Bachelet, al sumar el apoyo de los estudiantes universitarios y de los profesores, tras una tercera jornada consecutiva con incidentes entre los manifestantes y la policía en el centro de Santiago.
Los estudiantes reiteraron su ultimátum al gobierno, que vence hoy, y amenazaron con una paralización masiva el lunes próximo, que podría alcanzar a un millón de estudiantes y profesores.
"Secundarios: su lucha es la nuestra", rezaba un enorme cartel desplegado en la entrada de la Casa Central de la Universidad de Chile, que ayer amaneció tomada por los estudiantes, ocupación que se sumó a una paralización de clases en la Universidad Católica y en otras diez universidades de todo Chile, y al apoyo a los secundarios que expresó ayer el gremio que agrupa a unos 100.000 profesores.
Ayer se registraron nuevos disturbios en pleno centro de la capital, cuando la policía volvió a utilizar carros hidrantes y gases lacrimógenos para reprimir a grupos de manifestantes, en su mayoría universitarios. Muchos de ellos encapuchados, respondieron arrojando piedras y otros objetos a la policía y por lo menos diez personas fueron detenidas.
Las batallas campales entre manifestantes y policías dejaron en los últimos días un balance de casi 800 detenidos, decenas de heridos y 10 funcionarios policiales separados de la institución, incluidos dos coroneles acusados de excesos represivos.
Los estudiantes secundarios exigen que el gobierno dé inmediata solución a sus demandas de gratuidad para el pasaje escolar en el transporte público y para la prueba de selección universitaria (PSU), que deben rendir los candidatos a estudios universitarios, además del compromiso de emprender una profunda reforma de la educación pública.
El respaldo del sector universitario y profesores amplía el movimiento de protesta iniciado a principios de mayo, que ha crecido como una verdadera bola de nieve y ha empañado los primeros 80 días de gobierno de Bachelet. Los universitarios y los profesores decidieron adherirse, además, al ultimátum que los secundarios lanzaron anteayer al gobierno, con la amenaza de llamar a un gran paro nacional de estudiantes y trabajadores el próximo lunes, si hoy no reciben respuestas concretas. Mientras tanto, los estudiantes secundarios mantienen las medidas de presión: la toma de colegios y los paros que involucran a más de 600 mil estudiantes a nivel nacional.
"Si el viernes [por hoy] no hay respuestas, las universidades se irán a paro en Santiago y esperamos que sea a nivel nacional", dijo ayer el presidente de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Sebastián Valdivia. En el mismo sentido se pronunció el presidente del Colegio de Profesores, Jorge Pavez.
Por su parte, Bachelet y sus ministros políticos sostuvieron ayer la quinta reunión de la semana para analizar las propuestas oficiales a los estudiantes. Las negociaciones entre el gobierno y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) se encuentran en una situación crítica debido al elevado costo financiero de algunas de las demandas de los estudiantes.
El vocero de gobierno, Ricardo Lagos Weber, afirmó que probablemente hoy el gobierno ofrezca una "respuesta razonable" a los estudiantes e indicó: "Algunas de las cosas que se pueden estar solicitando tienen costos muy elevados y acá los recursos son escasos; hay que ver de qué manera se asignan".
Por su parte, el ministro de Educación, Martín Zilic, advirtió ayer que acceder al pasaje escolar gratuito representaría "sumas descabelladas", que sólo en Santiago demandaría al Estado un gasto anual de 180 millones de dólares. Trascendió que el gobierno ofrece gratuidad en el pase escolar para el transporte y en la prueba de selección sólo para los alumnos más pobres.
Reclamos insatisfechos
La rebelión estudiantil es producto de la sumatoria de una serie de elementos, fundamentalmente de las dilaciones de las autoridades por responder a las demandas de los jóvenes. "Nos cansamos de las tramitaciones en el gobierno pasado y ahora queremos mesas resolutivas", dijo César Valenzuela, uno de los voceros. Los estudiantes se quejan de que su demanda por obtener el transporte gratis nunca fue atendida. Tal vez el anuncio del costo que tendría este año la PSU (unos 42 dólares), fue lo que originó hace tres semanas el comienzo de las protestas estudiantiles, unido a la falta de respuesta por el pase escolar en el transporte.
Los estudiantes demandan también la anulación de la ley orgánica constitucional de enseñanza (LOCE), que promulgó el ex dictador Augusto Pinochet (1973-1990), cuando entregó la administración de los colegios públicos a las municipalidades. El sistema entró en crisis por falta de recursos en las municipalidades más pobres y aumentó la brecha social entre alumnos de esos colegios y los de establecimientos privados.
Agencias AFP, AP, ANSA y DPA
Los líderes de la revuelta
César Valenzuela
Tiene 17 años y milita desde los 12 en el Partido Socialista. Es uno de los voceros de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES).
María Jesús Sanhueza
Militante comunista, de 16 años. Intenta dar un perfil más social al conflicto. Es la vocera de la ACES y la más combativa del grupo de estudiantes.
Germán Westhoff
Militante de la Unión Democrática Independiente (derecha), de 17 años, lideró la toma del histórico Instituto Nacional, como alternativa a la lucha de la ACES.
Juan Carlos Herrera
Vocero de la ACES, de 17 años, no tiene militancia, pero se considera cercano a la izquierda por sus ideas.
Cambios para las elecciones peruanas
SANTIAGO, Chile (AFP).- El paro de actividades que mantienen desde el martes los estudiantes secundarios chilenos obligó al consulado de Perú en Chile a cambiar algunos sitios de votación para los residentes peruanos que participarán en las elecciones presidenciales de pasado mañana. Algunos de los liceos de Santiago que servían como locales de votación permanecen tomados por sus estudiantes, como el Liceo Lastarria y el Liceo 7, ambos en la comuna de Providencia, al este de Santiago. Más de 30.000 peruanos están habilitados en Chile para sufragar en la segunda vuelta entre Ollanta Humala y Alan García.