Algunos rectores denunciaron que en el proyecto de presupuesto que hoy comenzará a tratar el Congreso los legisladores de la Comisión de Presupuesto dispusieron un aumento \"arbitrario y discrecional\" de $ 11 millones en los fondos universitarios que se repartirán entre doce universidades: Jujuy, Nordeste, La Matanza, Formosa, Salta, Misiones, Santiago del Estero, Tecnológica Nacional, Córdoba, Catamarca, Chilecito y Villa María, con montos que van de los $ 2 millones a los 500.000 pesos.
Hoy, los rectores se reunirán con la Comisión de Educación de la Cámara baja para plantear el reclamo. \"Creemos que no hace bien al trabajo de coordinación de política que se decidan aumentos indiscriminados y sin ningún criterio\", dijo a LA NACION la rectora de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCu), María Victoria Gómez de Erice.
\"Nada justifica que estas universidades reciban este esfuerzo mientras las otras no recibimos ni un solo peso. Los fondos para educación también se distribuyen por criterios clientelistas y amiguismo\", afirmó Mario Barletta, rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
La polémica por los fondos universitarios vuelve, así, a instalarse. Recientemente, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) calculó necesario un aumento de $ 1300 millones para poder funcionar, sobre los $ 2400 millones previstos por el Gobierno.
El presidente Néstor Kirchner, a tono con su política de distribución puntual de recursos, respondió con un incremento de $ 62 millones para infraestructura y $ 60 millones para programas definidos por el Ministerio de Educación.
Reclamos concretos
Lo cierto es que las situaciones financieras, la estabilidad interna de los rectores y las posiciones políticas son diferentes en las universidades, lo que impide la formación de un frente común para conducir los reclamos.
Algunas casas de estudio, incluso, se independizaron. La Universidad de Buenos Aires (UBA), por ejemplo, lleva adelante una campaña pública de denuncia de la escasez presupuestaria, que ayer continuó con una solicitada. Allí afirma que, con los recursos previstos, deberá dedicar el 96,49% de sus fondos al pago de salarios y sólo podrá disponer de $ 13 millones para solventar gastos generales (pago de servicios, mantenimiento de bibliotecas, laboratorios, becas e infraestructura). Registra, además, un descenso en los fondos para estos fines, que pasaron de $ 74 millones en 2002 a $ 60 millones en 2003 y a $ 26 millones este año.
Se trata, en rigor, de un problema generalizado en las casas de estudio, que utilizan más del 80% de sus recursos al pago de salarios.
También la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) sacó sus reclamos a la calle. El Consejo Superior se trasladó ayer al Ministerio de Educación, al considerar \"insuficiente\" la partida prevista de $ 136 millones, para reclamar $ 175 millones para funcionar.
\"Necesitamos tener cierta tranquilidad para el funcionamiento cotidiano\", dijo el presidente de la UNLP, Gustavo Azpiazu. Según contó, sólo pueden dedicar el 10% del presupuesto a gastos generales. Tras una reunión con el secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese, Azpiazu afirmó que \"se abrieron líneas de trabajo para obtener recursos\" y que se llevó la precisión de que cualquier aumento de sueldo será asumido por el Gobierno.