La lista de los invitados que ya confirmaron su participación en el encuentro, en la que no se incluye a la especialista que había sido propuesta por el Instituto Cervantes y la Asociación de Academias de la Lengua Española, se puede verificar en la página web del cónclave (www.congresodela lengua3.gov.ar).
Hace unos meses, la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, cuyo decano es Darío Maiorana, comunicó a la comisión ejecutiva del congreso, que preside la subsecretaria de Cultura, Magdalena Faillace, el cuestionamiento de "un grupo de profesores e intelectuales" a Mirande.
En una carta dirigida a LA NACION, Javier Mirande -hijo de la lingüista- precisó que "los sectores" interesados en la tacha de la investigadora "redoblaron su presión para evitar su participación: un récord de rencor injustificado". Y destacó que "el único delito imputado a mi madre lo constituye el haber continuado como profesora en la universidad entre 1976 y 1983, año en que ella junto con la mayoría de los profesores de entonces (entre ellos, mi padre) fueron alejados de los claustros".
La controversia está instalada. Hace dos meses, en diálogo desde Madrid, el director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha, aclaró: "No se nos ocurriría ninguna censura a los nombres propuestos. La responsabilidad por los participantes propuestos es un resorte único y exclusivo de la RAE y la asociación de academias. Este no es un congreso de ideas, sino de la lengua española".
Sin embargo, al conocerse la lista en Casa de Gobierno, el 12 de julio último, se advirtió que el nombre de Mirande no figuraba. La presidenta honoraria del congreso, la senadora Cristina de Kirchner, dijo en esa ocasión que el congreso era "pluralista", porque "la pluralidad ayuda a pensar mejor".
Ayer, en diálogo con LA NACION , Faillace admitió haber recibido objeciones respecto de Mirande por parte de la universidad y las autoridades rosarinas, "por sus prácticas antidemocráticas durante el proceso militar. Hubo llamados de intelectuales que hicieron saber su oposición. No la conozco y no puedo opinar. La comisión ejecutiva no tiene el poder de vetar. El nombre fue excluido por Víctor García de la Concha, que entregó el listado de los participantes".
Consultado por LA NACION, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, dijo: "Para facilitar el anuncio del 12 de julio, la doctora Mirande no figuró en la lista, porque tampoco queríamos perjudicar su posición. Pero ella no ha renunciado. García de la Concha le dijo claramente a la subsecretaria Faillace que la situación seguirá así hasta que se conozcan los nombres que la tachan y las objeciones concretas en su contra, que obran en poder de Faillace. La Academia de Letras en pleno respalda a Mirande".
Tras aclarar que "la decisión es de las autoridades nacionales", el decano Maiorana dijo que la objeción contra Mirande provenía de "un grupo de intelectuales y profesores". "Si la Facultad tiene 680 profesores, ¿cuántos la cuestionan?", insistió esta cronista, pero Maiorana sólo respondió: "Esto no es una cuestión numérica, sino política, ética, académica y de memoria. Ella tuvo cargos políticos cuando otros profesores fueron expulsados y se exiliaron".
LA NACION pudo conversar brevemente ayer con la doctora Mirande. Esto dijo: "Tengo más de 70 años, no quiero pasar por una situación de violencia. Analizaré qué voy a hacer luego de hablar con Barcia y García de la Concha. Desconozco las objeciones que se me formulan. Desde hace años vivo el exilio interior. No puedo dictar clases y sólo me dedico a la investigación. Siempre fui independiente y he rechazado todos los extremismos. Jamás señalé a nadie por pensar distinto. Soy cristiana y jamás hubiera actuado así".