Hasta fin de año -cuando termine la construcción del sitio donde funcionará un centro gastronómico, según se prevé-, las comidas se entregarán en la sede del Club Universitario de La Plata, situado en la calle 46 entre 2 y 3. El sitio tiene capacidad para 200 personas, por lo que se resolvió dividir en tres turnos la atención de los estudiantes. Para llevar adelante la iniciativa, presidencia de la universidad, cuyo titular es Gustavo Azpiazu, destinará una partida presupuestaria de 80.000 pesos hasta diciembre próximo.
Respecto de la provisión de alimentos y su elaboración, existen avanzadas tratativas para que se haga cargo la Fundación María Tres Veces Admirable, conducida por el sacerdote Carlos Cajade.
\"Para acceder al menú, que será balanceado nutricionalmente, los estudiantes deberán comprar tickets. En principio, se venderán en la presidencia de la universidad, y de una semana para la siguiente\", explicó Patricio Lorente, prosecretario de Bienestar Estudiantil de la UNLP. A las 600 viandas diarias que se expenderán en el Club Universitario se agregarán otras 300 que serán distribuidas en los buffets de las facultades que están más alejadas del centro platense -por ejemplo, la de Bellas Artes-, las que funcionan en el Paseo del Bosque y la Escuela Superior de Trabajo Social.
Reclamo de larga data
Hasta 1976, el comedor de la UNLP funcionó donde actualmente está la Facultad de Odontología, en la intersección de las calles 1 y 51. Desde hace varios años, la reapertura del servicio es un reclamo de distintos sectores de la comunidad universitaria.
Tras la crisis de 2001, cuando varios jóvenes debieron interrumpir sus estudios por motivos económicos, la iniciativa cobró más fuerza aún. A fines de 2003, la universidad, con fondos entregados por el gobierno nacional, comenzó la construcción de un salón en cercanías de la Facultad de Ciencias Naturales. Los tiempos previstos para la obra se prolongaron, porque el proyecto original fue modificado.
\"Iba a tener una cocina central desde donde saldrían distintos repartos. Pero de acuerdo con una evaluación posterior, se consideró más operativa la idea de comedores descentralizados con sus propias cocinas\", explicó Lorente.
Al mismo tiempo, la universidad inició las gestiones para recuperar un espacio que le pertenece y que está situado en 6 y 47. Allí funciona un bar que es explotado por particulares desde hace cuatro años, cuando se firmó un contrato de préstamo de uso.
El reclamo ahora está en la Justicia, pues la universidad sostiene que el contrato venció a principios de año y que el sitio debe ser desalojado, mientras que las personas que están a cargo del bar argumentan que una cláusula los habilita a explotar el comercio durante tres años más.
Esta situación provocó encendidos reclamos, principalmente desde el sector estudiantil. Por eso, el Consejo Superior decidió crear la Comisión de Seguimiento del Comedor Universitario. En el ámbito de dicha comisión surgió la idea de realizar una prueba piloto con el servicio que se ofrecerá desde el 18 de octubre. A partir del próximo lunes, los alumnos ya podrán adquirir los tickets.