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La Nación-Domingo 21: Muchos estudiantes deciden trabajar en el exterior para capacitarse y ahorrar

Cerca de 2000 jóvenes se emplearán en hoteles y cruceros; el número aumentó desde la devaluación 

23 de agosto de 2005, 14:21.

Hay que considerarlo una inversión: se abonan alrededor de 2000 dólares para ganar nuevos amigos, vivir experiencias distintas y tratar de conseguir más dinero que el que se invirtió al comienzo. Consiste en pasar una temporada en el exterior y trabajar al menos 40 horas semanales utilizando el inglés para comunicarse.
A pesar de que existen desde hace mucho tiempo, los programas de trabajo en el exterior fueron creciendo año tras año desde la devaluación. A partir de entonces resultó especialmente atractivo para los jóvenes emigrar cuatro meses durante el verano local en busca de nuevas experiencias y de ahorrar dólares que permitan una holgada existencia al regreso.
En total, para la temporada 2005-2006, se prevé que más de dos mil jóvenes saldrán del país para trabajar en posiciones relacionadas con la industria de la hospitalidad, como barmen, recepcionistas o encargados, instructores de esquí o mozos en centros invernales y de veraneo. El año último se fueron 1500, y en 2003 fueron poco más de 1000, según cifras proporcionadas por las principales agencias de turismo y consultoras educacionales que comercializan estos programas.
"Surgió un mayor interés después de la devaluación porque comenzó a ser atractiva la diferencia cambiaria", explicó a LA NACION Valeria Khon, gerente comercial de STB Argentina ( www.stb.com.ar ), empresa que envió a 100 estudiantes el año último y que este año proyecta mandar a 140. "Además, estos programas se difundieron más y ya están instalados en entre los chicos."
"Si bien se hizo más difícil juntar la plata para el programa, también resulta más tentador hacerlo -opinó Snjezana Strunje, directora de Work Experience USA (Weusa, www.lanacion.com.ar )-. Muchos chicos piden dinero prestado porque saben que con lo que van a ganar, en el primer mes y medio lo recuperan y el resto queda para ellos." Esta empresa empezó en 1997 con 17 chicos y este año planea enviar a 1500.
 
Bolsillos llenos
Aunque muchos fantasean con volver con los bolsillos llenos de dólares, la cantidad de dinero que es posible traer varía según los objetivos y el estilo de vida que se adopte.
"Hay chicos que llevan una existencia muy austera, que tienen más de un trabajo y a la vuelta invierten en una casa. Otros se gastan la plata ganada viajando por los Estados Unidos o Europa, o se llenan la valija con veinte pares de zapatillas. Pero siempre se recupera la inversión", explicó Débora Freidkes, presidenta de Placement Solutions International (PSI, www.psiargentina.com ), consultora educacional por la que viajarán 130 estudiantes, esto es, un 30% más que el año último.
"Un salario promedio es de 1200 dólares mensuales, si se calcula que la hora se paga entre 7 y 9 dólares", comentó Gilda Mussano, responsable de Educación y Work & Travel de Asatej ( www.asatej.com.ar ). La directora del área confirmó que en esta temporada viajarán por la empresa entre 350 y 400 chicos.
Sin embargo, la pila de dinero ganado puede engrosarse según el puesto que se ocupe. Por ejemplo, en la recepción, los hoteles pagan hasta 12 dólares por hora porque es un lugar clave, que demanda excelente presencia y muy buen nivel de inglés. Otra opción son las horas extras, que se pagan un 50% más. "En general, los chicos se traen entre 2000 y 3000 dólares por encima de lo que pusieron", afirmó Strunje.
 
De feria
Aprovechando el interés que los programas despertaron en estas latitudes, varios empleadores del exterior están de visita en el país desde agosto hasta fines de septiembre, en busca de jóvenes dispuestos a cambiar el húmedo verano de Buenos Aires por el paisaje de una montaña nevada en Colorado, una playa con arena blanca en Hawaii o un resort lujoso con cancha de golf en Florida.
"A las ferias vienen los directores de recursos humanos de los hoteles y complejos lujosos, como el Ritz o el Marriott, que quieren contratar jóvenes para su temporada invernal. Les interesa tener gente de varias nacionalidades porque les genera una buena imagen, les da más categoría", explicó Freidkes, y agregó que los argentinos están entre los preferidos por su capacidad de trabajo.
Linda Cooley, una recruiter (reclutadora) de Park City Mountain Resort, en Utah, no sale de su asombro. "Son muy respetuosos y tienen una excelente actitud", dijo, y aseguró que de los doce chicos entrevistados se llevaría por lo menos a seis. Otra sorprendida fue Fei Jiang, que volvió para llevarse a más gente: "Los jóvenes que viajaron dejaron una muy buena impresión; por eso vinimos por más".
De las ferias o rondas de empleo participan sólo personas previamente seleccionadas y evaluadas por cada agencia. "Es para asegurarnos de que ese chico es un buen candidato, esto es, que tenga buen nivel de inglés y excelente predisposición para trabajar", explicó Mussano.
En algunos casos, los jóvenes eligen antes el lugar en el que desean trabajar y se entrevistan sólo con ese empleador. "Si esa compañía no los contrata, vuelven a postularse para otro puesto en una próxima feria. En caso de que no haya más rondas personales, se gestiona una entrevista telefónica", aseguró Mussano.
Otras veces, como propone PSI, los chicos concurren sin haber optado por un empleador. "Esto es para ampliar las posibilidades laborales. Se entrevistan con varios de ellos y si reciben más de una oferta de trabajo, están en condiciones de elegir la que más les guste", comentó Freidkes.
 
Costos y requisitos para los postulantes   
Hay dos opciones dentro de los programas Work & Travel: la independiente, que es más económica porque se parte sin una oferta de trabajo concreta, y la de trabajo asegurado.
La primera cuesta 1350 dólares y es ideal para los que ya viajaron al menos una vez y tienen contactos. La segunda cuesta 1590 dólares y es recomendable para los que les gusta tener todo resuelto antes de partir. Por lo general, ambas variantes incluyen el pasaje aéreo hasta Miami, con excepción de PSI, donde el programa se comercializa sin el pasaje y cuesta 895 dólares.
Conviene tener en cuenta que existen gastos adicionales. Por ejemplo, al costo del programa hay que sumar 100 dólares de la visa J-1 que emite la embajada de los Estados Unidos y el pasaje hasta el lugar de trabajo. También hay que tener en cuenta los gastos de alojamiento, la comida y los impuestos. Pero en este último caso la pérdida no es tanta: al final del programa es posible recuperar entre el 70 y el 80% de las deducciones impositivas. Otras cuestiones por tener en cuenta son:
Todos los chicos tienen un seguro médico que cubre cualquier tipo de problema de salud, salvo el dentista.
Para participar de las ferias se debe pagar un "derecho" de entrevista, que varía según la agencia. Este derecho oscila entre los 50 y los 350 dólares, que se descuentan del saldo del programa. Hasta fines de septiembre seguirán organizándose ferias de empleadores. Para averiguar fechas y horarios, ingresar en las páginas web de las empresas.
Los requisitos formales para participar de los programas de cuatro meses son tener entre 18 y 28 años, buen nivel de inglés (lo suficientemente bueno como para mantener una conversación fluida) y ser estudiante o egresado universitario. Se recomienda mostrarse simpático, trabajador y flexible.
Por Laura Reina, De la Redacción de LA NACION

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