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La Nación-Domingo 22: Diseñadores: cada vez más jóvenes se vuelcan a las carreras proyectuales

Se duplicó la cantidad de egresados en los últimos tres años

23 de mayo de 2005, 14:06.

Pese a que en la vida cotidiana su presencia suele pasar inadvertida, desde el despertador que suena por la mañana hasta el velador con el que se apaga la jornada, casi todos los objetos que facilitan la existencia son hijos del diseño industrial, una especialización con presente y porvenir alentador -según los expertos-, y que empieza a atraer más a los jóvenes que buscan trazar su futuro laboral.

"Dentro de las carreras proyectuales, Diseño Industrial tiene un crecimiento muy regulado, poca gente, pero en aumento. Y el perfil del estudiante es muy especial, es muy de fanático, de gente muy comprometida, y eso tal vez influya para que no sean demasiados", explica Ricardo Blanco, director de esa carrera en la UBA.

Claro, comparados con los egresados que se encaminan para las profesiones más tradicionales, los números parecen ínfimos, pero demuestran el incremento. De los 165 diseñadores industriales que alcanzaron el título en las universidades nacionales en 2000, tres años después la cifra casi se duplicó y trepó a 325, según datos del Programa Mejoramiento del Sistema de Información Universitario, del Ministerio de Educación.

Es que de la mano de la sustitución de importaciones y las interesantes posibilidades de exportación de ciertos productos, sumada a la tendencia del consumo que aprecia objetos con valor agregado y que revaloriza el diseño, el panorama laboral seduce a los estudiantes. "Las perspectivas para el diseño industrial son fantásticas. En la Argentina hay enormes posibilidades, no hay muchos diseñadores industriales y los chicos ven un mercado de trabajo posible", subraya Oscar Echeverría, decano de la Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo.

Aunque se lo suele asociar sólo con el proceso creativo, el campo de acción para estos especialistas, capacitados para dominar varias tecnologías y concebir desde el packaging de unas galletitas hasta una maquinaria agrícola, lejos de limitarse al diseño de objetos, se extiende a la gestión, la producción en fábrica y el posicionamiento estratégico de los productos en la vidriera comercial, según precisa la diseñadora industrial Beatriz Galán, profesora de Metodología en la UBA.

Con ideas creativas e innovadoras, aun "para encontrar nuevos nichos", como señala Blanco, "las jóvenes generaciones hacen sentir su irrupción con planteos interesantes y novedosos porque están muy atentas a las nuevas tendencias relacionadas con la imagen y el confort, las texturas, el uso de materiales, y no sólo a la funcionalidad del producto como sucedía con el diseño industrial histórico. Y el empresariado argentino está advirtiendo la necesidad de tener diseñadores creativos en su staff, porque es un valor distintivo en el mercado interno y es el único en el mercado externo", se entusiasma Echeverría. 

Posibles salidas

Algunas áreas hacen punta. "La demanda, en general, está vinculada con los sectores de muebles, iluminación, elementos técnicos, electromedicina, productos de relativa a alta complejidad, pero de poca serie, poca cantidad", ejemplifica Blanco.

Además, entre las pymes en vías de expansión también se advierte, aunque aún tímido, un mayor interés por el aporte de estos trabajadores. "Es que para incrementar la productividad, la incorporación del diseño es una inversión necesaria para el desarrollo de nuevos productos y así surgen más posibilidades laborales para los diseñadores industriales", señala Adrián Lebendiker, director del Centro Metropolitano de Diseño (CMD). "También es muy frecuente que se vinculen con las empresas de manera free lance", acota Marina Pérez Zelaschi, impulsora del programa Pro Diseño, del INTI.

La alternativa laboral independiente también gana espacio entre los más jóvenes, que encaran cada vez más la producción de sus propias ideas. "Estamos notando un crecimiento de microempresas de diseño, sobre todo entre los egresados de la Universidad de Mar del Plata, que durante la carrera tienen una formación en microemprendimientos", expresa Carlos Chacón, presidente del Colegio de Diseñadores Industriales de la Provincia de Buenos Aires, donde funciona una bolsa de trabajo (

presidenciacdi@yahoo.com.ar ).

Entre las nacientes iniciativas productivas de diseño industrial que se incuban en el CMD, Lebendiker distingue dos especializaciones. Una apunta su creatividad al mundo de la ambientación, y fabrica y comercializa sus propios productos. La otra, más innovadora en el campo tecnológico, ofrece soluciones a estudios de diseño y empresas. "Uno de los emprendimientos que comenzó a incubarse este año se dedica a proveer servicios y capacitación en sistemas de desarrollo de prototipos físicos. Este tipo de servicio se importaba, pero hoy existe un escenario que permite desarrollarlo aquí", detalla.

"Actualmente es más fácil que diez años atrás generar un emprendimiento de diseño porque hay un mercado que consume, se amplían las ferias y exposiciones, hay más difusión y existen iniciativas del Estado que los fomentan. Entonces, está facilitada la posibilidad de que el diseñador industrial se instale por su cuenta", concluye optimista Echeverría. 

Para promover el contacto

Acompañando el auge del diseño, algunas iniciativas promueven el contacto entre el diseñador y la compañia o la creación de microempresas. Pro Diseño, es un programa del INTI ( www.inti.gov.ar ) que fomenta la incorporación del diseño en las empresas. Maneja una base de datos con más de 2500 profesionales con el fin de satisfacer la demanda de las compañías. "Además, ofrecemos un servicio de tutoría y las guiamos para elaborar un plan de trabajo entre el diseñador y la empresa", explica Marina Pérez Zelaschi.

En el Centro Metropolitano de Diseño ( www.cmd.org.ar ) se realizan búsquedas y por medio del programa Incuba impulsan el nacimiento y el desarrollo de iniciativas productivas. Además, allí se organiza un seminario que se dicta tres veces por año, el próximo comienza el 1º de junio, sobre creación, gestión y valuación de emprendimientos de diseño.

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