La sequía es notoria en los posgrados relacionados con las ciencias sociales y la economía. Sin embargo, hay muchos especialistas que sostienen que es un mal que se extendió a casi todas las áreas.
Existen varias razones que explican el bajo índice de titulados en relación con las personas que cursan estudios de posgrado. Falta de tiempo, ausencia de presupuesto para sostener un sistema permanente de tutores y directores de tesis, y la poca tradición que existe en el país en investigación componen un cuadro que, se estima, apenas supera el 10% de graduados en maestrías.
\"Hay muchos factores que influyen. En primer lugar, la falta de preocupación de las instituciones, que como están más interesadas en recaudar que en titular desestiman la presentación de las tesis\", critica Pablo Alabarces, secretario de posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Otra cuestión de peso es que en la Argentina no hay alumnos ni docentes con dedicación exclusiva, como sí sucede en otros países. \"Esto, naturalmente, atenta contra las posibilidades de investigación de los alumnos y de seguimiento y evaluación de los profesores\", agrega Alabarces, que confirma que estudian aumentar de tres a cinco años el plazo para presentar las tesis debido a la escasez de titulados.
Ernesto Gantman, profesor de la maestría en Dirección de Empresas de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de Belgrano (UB), también señala a la falta de tiempo. \"La mayoría de los estudiantes trabaja y una vez que termina la cursada se les hace muy difícil presentarla. La tesis es más una obligación formal que una motivación personal.\"
A estas cuestiones hay que agregar las dificultades al realizarla: \"No es nada fácil escribir una tesis. Exige creatividad y mucho rigor, y la mayoría prefiere no presentar trabajos que no estén a la altura de las circunstancias antes de enfrentar la situación -vergonzosa para muchos- de una mala evaluación\", opina Ernesto Gore, director del área de Negocios de la Universidad de San Andrés (Udesa).
La misma teoría ensaya Alberto Quevedo, secretario académico de Flacso, cuando asegura que una tesis implica \"un salto cualitativo que no todos los alumnos están preparados para dar. En general se sabe cómo escribir un texto corto, pero no un trabajo que no puede tener menos de 150 páginas\".