La especialización, la maestría y el doctorado son las tres formas que adoptan los posgrados en el país, con tradiciones históricas diferentes y desarrollos recientes que están introduciendo cambios.
El doctorado es la formación tradicional de posgrado en las ciencias físico-naturales, de excelencia reconocida. Las especializaciones fueron la herramienta que sirvió para legitimar prácticas profesionales y tradicionalmente correspondieron a las áreas de salud, abogados e ingenieros. Para las ciencias sociales, las maestrías fueron la modalidad más desarrollada.
Hoy, las maestrías han tenido un crecimiento notable; las especializaciones se han extendido a casi todas las disciplinas, y los doctorados tienden a ser más pautados y menos extensos de lo que solían ser. En tanto, aparecieron nuevas modalidades, como los programas o cursos de posgrado, más breves y específicos, y con menores exigencias académicas.
Especializaciones
Según lo estableció formalmente el Ministerio de Educación en 1997, la especialización \"busca profundizar en un tema o área determinados dentro de una profesión o campo de aplicación de varias profesiones\", y lo hace a través del entrenamiento intensivo. Incluye una evaluación final, de carácter integrador, y otorga un título de especialista que especifica en qué campo se obtuvo.
Las especializaciones gozan últimamente de un auge particular, motivado por algunas ventajas derivadas de su organización: son más cortas que otras ofertas -suelen completarse en un año-; por eso resultan menos onerosas, se hace más sencillo para los alumnos prever la financiación completa y no tienen la exigencia de una tesis final. Además, se han ido extendiendo a otras áreas disciplinarias, como los negocios y las ciencias sociales. En muchas universidades, la especialización se puede considerar el primer año de una maestría.
Maestrías
Las maestrías buscan \"proporcionar una formación superior en una disciplina o área interdisciplinaria\", de carácter teórico, tecnológico o profesional, y que el egresado haga una puesta al día del conocimiento en su área específica.
Siempre suponen la realización de una tesis o proyecto individual, con la supervisión de un director, que luego debe defenderse ante un tribunal. Se espera que el alumno demuestre que domina los conceptos básicos de su campo y el estado actual de los conocimientos. El título final es de magister en un área.
Las maestrías, que suelen tener una duración de dos años, crecieron mucho durante la década del 90 y se expandieron en todas las áreas disciplinarias. Se fueron diferenciando, por eso, en maestrías de carácter académico -para personas que buscan un desarrollo de ese tipo, que puede ser previo a un doctorado- o profesional -para los que buscan capacitación más específica para su trabajo.
Dado que implican un trabajo individual dentro de un campo disciplinario, las maestrías combinan materias obligatorias y optativas, o ciclos generales y orientaciones, e incluyen seminarios de tesis y metodología de la investigación.
Doctorados
El doctorado, de carácter eminentemente académico, apunta a obtener aportes originales en un área de conocimiento. Termina con una tesis individual, que se elabora con la supervisión de un director y cuyo resultado debe representar un paso adelante en los conocimientos que hasta ese momento se tenían en el área.
Para ingresar en un doctorado, se debe presentar una solicitud donde se explique el área de interés y los antecedentes de investigación y docencia. El doctorado debe completar una cantidad de horas en cursos y seminarios en la universidad donde esté radicado el programa o en otras, incluso del exterior.
Un sello de calidad para los posgrados
Desde 1997, la Coneau analiza en detalle las carreras y decide su acreditación, en un proceso que ya alcanzó a más de 2200 programas
Quien mira la oferta de posgrados en busca de una opción, tiene un elemento que ayuda a elegir: la evaluación oficial de carreras de posgrado que realiza el Ministerio de Educación, que se ocupa, entre otros aspectos, del plan de estudios, la composición del cuerpo docente, la investigación que se realiza, el equipamiento disponible y la cantidad de graduados que produce.
El proceso, que lleva adelante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) sobre la base de estándares de calidad definidos en 1997, ya alcanzó a 2237 posgrados del país; 1330 resultaron acreditados.
Las resoluciones de cada carrera, que detallan los aspectos evaluados, pueden consultarse fácilmente en la web ( www.coneau.edu.ar ).
Las universidades que presentan sus posgrados a la acreditación deben entregar datos institucionales y otros referidos a la carrera.
La Coneau se ocupa de la inserción institucional, es decir, que el posgrado tenga un ámbito en la universidad y sea viable académica y económicamente; del cuerpo académico, que debe incluir al menos un 50% de profesores que formen parte del plantel de la institución; de que se cumpla con una carga horaria mínima para cada tipo de posgrado; del diseño del plan de estudios y sus contenidos; del equipamiento y acceso a bibliotecas y recursos informáticos; de la existencia de proyectos de investigación, y de la tasa de graduación, según comentó a LA NACION Adolfo Torres, vicepresidente de la Coneau.
Un equipo de técnicos hace una primera revisión descriptiva de esos datos y luego la presentación pasa a grupos de pares evaluadores, constituidos según áreas disciplinarias, que los analizan.
Si la carrera resulta acreditada, puede pedir que se la califique, es decir, se le otorgue una categoría: A (excelente), B (muy buena) o C (buena). \"La categorización es un elemento importante, porque el Conicet, por ejemplo, otorga becas para realizar posgrados sólo si tienen categoría A o B\", comentó Torres. De las 852 carreras que pidieron ser categorizadas hasta ahora, la mayoría obtuvo una C (358), seguidas por las 336 que obtuvieron una B.
Criterios bajo revisión
Los estándares que aplica la Coneau en el proceso de acreditación de posgrados establecen criterios \"transversales\" para evaluarlos, sin distinguir disciplinas.
Actualmente, están en revisión. En la experiencia de la Coneau, sería recomendable avanzar hacia criterios más orientados por disciplina. También hay dificultades para diferenciar la evaluación de maestrías académicas y profesionales.
\"La evaluación es un sello de calidad que ha mejorado el sistema\", aseguró Torres.
Sin embargo, detecta algunos problemas.
\"El posgrado no se asume todavía como parte de la universidad. Aparece como algo marginal y no como el desarrollo en profundidad de un parte del grado, como debería ser\", apuntó Torres.