Según el último relevamiento realizado por el Consejo Federal de Educación, que reúne a los ministros del área de todo el país, a raíz de los paros y protestas gremiales las provincias de Chaco, Buenos Aires, Santiago del Estero, Santa Fe, Entre Ríos, Catamarca, Córdoba, Chubut, La Rioja, Neuquén, Río Negro y San Luis no pudieron completar esos 180 días de clases.
Dichas provincias reúnen una matrícula de 7,2 millones de alumnos sobre un total de 10,4 millones, según estadísticas oficiales.
“No estoy conforme, si bien hay una mejora respecto de 2003. Cuando se sancionó la ley, la mayoría de las provincias no había podido pagar los sueldos a los maestros. Ahora, se pagaron –y se pagan– en tiempo y forma, pero los docentes reclaman una recomposición salarial”, explicó a LA NACION el ministro de Educación, Daniel Filmus, quien propondrá a sus pares provinciales que en los distritos más afectados las clases comiencen el año próximo las clases comiencen en febrero. La lista es encabezada por el Chaco, que perdió 27 jornadas. Allí, donde estudian unos 316.000 alumnos, los chicos apenas tendrán un ciclo lectivo de 153 días. No obstante, Buenos Aires, con una población estudiantil de cuatro millones de alumnos, es la provincia más comprometida por las huelgas, pues los 15 días de paros docentes y no docentes -que se extenderán con las huelgas convocadas para el jueves y viernes próximos- convirtieron este ciclo escolar en el más corto de los últimos 15 años.
Santiago del Estero es otra de las jurisdicciones que apenas llegará a tener 170 días de clases, pues si bien se han perdido 13 jornadas, el cronograma escolar tiene previsto 183 jornadas.
Los alumnos de Santa Fe y de Entre Ríos tendrán un ciclo más corto (171), pues en esas jurisdicciones hubo nueve días menos de actividad. Lo mismo sucederá en Chubut y Neuquén, donde se perdieron siete jornadas escolares.
Los que cumplieron los días previstos fueron Tierra del Fuego y La Pampa. En Córdoba se perdieron cinco jornadas, pero el gobierno y los gremios acordaron recuperarlos. Según el cómputo del Consejo Federal, en la ciudad de Buenos Aires se perdieron dos días de clases.
Recuperar los contenidos
\"No esperaba este resultado. La ley no fue efectiva. El año próximo la vamos a reglamentar y buscar mecanismos que garanticen estos 180 días de clases\", precisó el ministro.
Según Filmus, con las propias provincias se buscarán herramientas para recuperar el tiempo perdido. \"Estamos sobre el final del año y lo único que podemos hacer es buscar mecanismos para que, por lo menos, los chicos recuperen los contenidos que no pudieron ver durante los días de clases perdidos\", dijo Filmus.
Y añadió: \"Tengo una propuesta para las provincias más perjudicadas por los paros docentes. Y es extender el ciclo lectivo a febrero y dictar una semana más de clases durante ese mes. Pero la idea habrá que discutirla con los ministros de cada jurisdicción\".
Precisamente, el director general de Cultura y Educación bonaerense, Mario Oporto, adelantó a LA NACION que no aceptará tener una semana de clases durante febrero. \"No vamos a extender el ciclo escolar. Recuperaremos los contenidos pedagógicos con más tareas en las casas. Focalizaremos el trabajo en matemática y lenguas, que son fundamentales para el desarrollo del alumno\", opinó el funcionario.
Según Oporto, el problema de la crisis educativa en la provincia de Buenos Aires se debe a que los docentes abusaron de los paros. \"Los maestros tienen derecho a protestar y a reclamar mejoras salariales, pero cuando hay un compás de espera no pueden usar la huelga como una herramienta de presión como lo hacen, pues los chicos son los únicos perjudicados\", indicó.
Y adelantó que el próximo ciclo escolar comenzará el 7 de marzo. \"No aceptaremos ninguna presión de las cámaras de Turismo para extender una semana más las vacaciones. Las clases comenzarán el lunes 7 y trataremos de cumplir con un calendario de 188 jornadas\", dijo Oporto.
Los especialistas consultados por LA NACION coincidieron en que la pérdida de días de clases perjudica la calidad de la enseñanza.
\"Los 180 días son el mínimo de jornadas efectivas que debe tener un alumno. A partir de allí hay que sumar más horas de clases. Pues los indicadores internacionales fijan un mínimo de 180 días, pero con más horas por jornada escolar\", explicó la doctora Silvina Gvirtz, directora de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés.
\"El gobierno debe tener en cuenta que los que pierden son los sectores más pobres, pues las medidas de fuerza afectan principalmente a los chicos que van a escuelas públicas. El 25% de la población que está en mejores condiciones envía a sus chicos a escuelas privadas, donde además de no perder días de clases tienen más horas, que incluyen actividades como idiomas, computación y talleres de arte\", señaló Gvirtz.
En un informe de septiembre último, sobre la extensión de la jornada escolar, el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE), de la Unesco, aseguró que \"el aumento efectivo de las horas de clase es una herramienta fundamental para fortalecer los aprendizajes de los alumnos en el aula\". El estudio asegura que distintas experiencias puestas en marcha en la región con más horas de clases, \"como la desarrollada en la República de Chile, donde hace siete años comenzó en forma progresiva la extensión de la jornada escolar (con clases durante la mañana y la tarde), que hoy llega al 66% de las escuelas\", han devenido en una mejora de la calidad educativa.
\"Que la mitad de las provincias no llegue a cumplir con los 180 días de clases demuestra una cierta debilidad del Estado. Pero más preocupante es que los 180 días que fija la ley no son de clases efectivas. Muchas horas se pierden cuando se toman exámenes y en jornadas de perfeccionamiento. Si se descuenta todo eso, queda un total de 160 y pico de días\", opinó Mariano Narodowski, especialista en educación de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).
Y concluyó: \"Para acercarnos a parámetros internacionales, tenemos que llegar a las 1000 horas de clases por año. Así estaremos cerca de Holanda, Suiza, Estados Unidos y Francia. La Argentina, con mucho esfuerzo, llega a 720 horas y eso es algo que debemos cambiar para mejorar la formación de los chicos, si queremos pensar en el futuro del país\".
\"El problema será cuando intentemos ir a la universidad\"
Alumnos, padres y docentes expresan sus preocupaciones. Las opiniones se reparten entre la comprensión por reclamos justos y el reproche por los paros. Muchos opinan que el deterioro educacional responde a una ausencia de interés estatal.
LA PLATA.- Ante la pérdida de días de clase, los padres, docentes y alumnos bonaerenses se sienten en una encrucijada entre los justos reclamos de los docentes -como son calificados por la mayoría de quienes fueron consultados por LA NACION en esta ciudad, Berisso y Ensenada-y los perjuicios que provocan las reiteradas medidas de fuerza que organizan.
Para algunos alumnos, además, la situación es motivo de preocupación particular. \"Todos los años perdemos clases y no siempre por los paros. En el momento está bien, porque zafás. Pero supongo que el problema va a ser cuando intentemos ingresar en la universidad\", opinó Valeria Argañaraz, de 16 años, alumna de una escuela técnica de Ensenada.
Blanca Aladastino, madre de dos alumnos de la Escuela Nº 4 de Ensenada -uno de los distritos que perdieron más días de clases por paros de docentes y del personal auxiliar- dialogó con LA NACION mientras, como todas las jornadas, colaboraba con el ordenamiento del tránsito durante el horario de salida de los estudiantes.
Acuerdos y críticas
\"Entiendo a los docentes, porque son los trabajadores que deberían ganar mejor, pero tengo un hijo de 25 años que estudió en esta escuela y la diferencia de la educación que recibió él con la que tienen mis nenes más chicos es muy grande\", dijo Aladastino.
Y agregó: \"Tampoco es una solución compensar la pérdida a fin de año. Lo que no aprendieron hasta ahora no lo van a hacer en 10 o 20 días más\". En la última semana, los alumnos de la Escuela Nº 4 sólo tuvieron clases el lunes y el viernes. Pero más de 100 chicos concurrieron todos los días, porque almuerzan en el comedor.
Cristina, que prefirió no dar a conocer su apellido ni el nombre de la escuela de Berisso en la que trabaja desde hace ocho años, expresó: \"Está claro que un paro no es bueno pero es la única manera que tenemos para que un gobierno sordo y desentendido escuche nuestros reclamos\".
Una compañera de la mujer, Estela, dedicada a la docencia desde hace 10 años, agregó: \"El único método posible para hacer reflexionar al gobierno es el paro, más aún cuando es prolongado. Si no, no se les ocurre promover mejoras para la educación, porque no es lo que les preocupa\".
Por su parte, Andrés Pavia, padre de dos niños que concurren a una EGB de La Plata, opinó: \"El deterioro de la educación no comienza con esta serie de paros, viene desde hace muchos años porque no existe una política en este sentido. Pero también me parece reprochable el exceso en las medidas de fuerza, pues no se corresponde con los logros que obtienen los docentes\".
Las personas consultadas opinaron que el conflicto entre los educadores y el gobierno bonaerense no va a finalizar aunque se llegue a un acuerdo en la cuestión salarial. \"Existen problemas de fondo y hasta que no sean resueltos vamos a estar en esta situación\", dijo Andrea Espeche, madre de un alumno de quinto año de una escuela de Berisso.