De la mano del auge de la actividad petrolera, geólogos, geofísicos e ingenieros en petróleo están atravesando un excelente momento profesional. Quienes cuentan con un título en estas áreas saben que su trabajo se cotiza, el universo de graduados es reducido y la demanda laboral no deja de crecer.
"Hay una fuerte demanda de todas las especialidades relacionadas con el petróleo, tanto en perforación como en producción y reservorio", explica Carlos Valeiro, gerente de selección de Serial de la Torre, consultora que tiene como cliente el 90% de las empresas del mercado petrolero.
Las causas del fenómeno responden a factores concurrentes. La posibilidad de que se inactiven pozos petroleros en zonas inestables como Irak y que haya dificultades de provisión en el nivel mundial, la gran demanda de investigación para abastecimiento interno y principalmente el precio histórico que alcanzó el barril de petróleo reactivó la industria petrolera. "El geólogo, el geofísico y el ingeniero en petróleo son fundamentales para encontrar nuevas reservas y desarrollar las formas más eficientes de acceder al petróleo y al gas", agrega Valeiro.
El alza en la demanda se percibe en las aulas. Según datos del Programa de Mejoramiento del Sistema de Información Universitario del Ministerio de Educación, mientras que en 1999 eran 2090 los alumnos que cursaban las carreras de Geología y Geofísica en todo el país, en 2003 la cifra aumentó a 2842. Particularmente en la Universidad de Buenos Aires hace tres años que crece la matrícula.
"El último ingreso a Geología fue de 43 alumnos, mientras que históricamente entraron 25. Hoy tenemos 360 alumnos cursando", explica el Dr. Carlos Limarino, director del departamento de Geología de la UBA, aunque aclara que de los 22 alumnos que se reciben por año, no todos se orientan por las especializaciones vinculadas con el petróleo o la minería, actividad que desde hace una década también está en franco crecimiento.
Algo similar ocurre en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). "En los últimos años la cantidad de alumnos de Ingeniería en Petróleo aumentó un 160%. Para 2001 teníamos 20 alumnos cursando la carrera y hoy tenemos 53", cuenta el Dr. Dardo Marqués, director de las carreras de Ingeniería Química e Ingeniería en Petróleo del ITBA.
Pleno empleo
Así como trabajan en forma conjunta, complementándose en la detección, perforación y explotación de los pozos, geólogos, geofísicos e ingenieros en petróleo comparten un momento de excepción y hasta casi se puede afirmar que están viviendo un escenario de pleno empleo.
"Son pocos los profesionales con experiencia que no estén trabajando. Hoy es rentable producir petróleo y las empresas necesitan incorporar gente que se ponga a trabajar ya, para abarcar más zonas o crear más desarrollo en yacimientos existentes. Las compañías buscan geólogos senior con experiencia de 7 a 12 años, o semisenior con cinco años", explica Valeiro.
Para ellos, las condiciones de contratación resultan más que auspiciosas. La industria del petróleo tiene una remuneración del 40% por encima de la media del mercado. Y el coeficiente aumenta por zona, se incrementa un 25% si el profesional se traslada a la cuenca de Comodoro Rivadavia y hasta un 40% si el destino es Río Grande, en Tierra del Fuego. En general los geólogos cumplen un régimen de 15 días de estada en boca de pozo (áreas de perforación) donde controlan las operaciones en la cuenca, y 15 días en Buenos Aires u otras ciudades donde hacen sus informes.
Más allá de la valoración de la experiencia en campo, como en el negocio petrolero las inversiones son a largo plazo, para captar el alto potencial de los recién egresados y asegurarse los mejores promedios, las empresas apuntan a las pasantías. Así, los estudiantes suelen tener un empleo aun antes de recibirse. De los siete ingenieros en petróleo graduados a fines de 2004 en el ITBA, seis ya están trabajando.
La avidez de la industria no se resuelve en este caso con la contratación de extranjeros. "Alguna compañía puede contratar un consultor extranjero para algún tema específico. Pero en definitiva quien conoce el terreno es el geólogo argentino", aclara la Dra. Liliana Castro, presidenta del Consejo Superior Profesional de Geología.
Y éste es el motivo principal por el cual en estas disciplinas el requisito formal de la edad es dejado de lado. Según la Dra. María Julia Orgeira, investigadora del Conicet, de la Comisión de Ciencias de la Tierra, Agua y Atmósfera, "se valora muchísimo la experiencia. En la Universidad nos jubilamos a los 65 años, en el Conicet a los 67 y los investigadores que llegan a determinado nivel son contratados como consultores hasta los 75".
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* María Inés Viturro
