La balanza del mundo de la tecnología está desequilibrada. El platillo de la demanda de profesionales es mucho más pesado que el de la oferta. Puesto en otros términos, cada año se reciben 2500 egresados en todo el sistema educativo argentino y se demandan cerca de 5000 profesionales.
Las cifras estimadas por la Cámara de Empresas de Tecnologías de la Información de Argentina (Cessi) dan la señal de alarma: ¿cómo lograr que una industria tan pujante no detenga su crecimiento por falta de recursos humanos?
Rubén Minond, director del grupo Leviminond -dedicado a la capacitación y consultoría informática- e integrante de las subcomisiones de Recursos Humanos del Polo IT Buenos Aires, Cessi y del Foro de Software y Servicios Informáticos (SSI), agrega que a las alternativas que brinda el mercado interno se suman las que puede ofrecer el externo.
"No es una oportunidad para irse, sino para trabajar desde acá", dijo durante el 2° Workshop de CIOS en la Argentina, organizado por la Universidad Argentina de la Empresa. El consultor enumera las ventajas que representa el trabajador argentino para proyectos liderados en el exterior: uso horario parecido al del norte del continente, calidad y conocimientos, buena infraestructura de comunicaciones y relación peso-dólar.
"La debilidad es la escasez de Recursos Humanos", advirtió. Esto se refleja en la cantidad de candidatos que responden a búsquedas del sector. Hernán Villoldo, selector del sitio UniversoBit, del grupo Leviminond, comentó que mientras que en 2001 se presentaban alrededor de 95 candidatos por aviso publicado y en 2003, 46, durante 2004 el guarismo cayó a 20.
"Entre 2004 y 2005, la inscripción a carreras universitarias del sector bajó alrededor del 10%. De 25.000 anotados se pasó a 22.000. La cantidad de inscriptos en carreras de tecnología representaba el 6% del total en 2004 y ahora es el 5%", dice Minond.
Las universidades también enfrentan el problema de la deserción. Algunos estudiantes abandonan la carrera en los primeros años tentados por las ofertas de las empresas que necesitan recursos con conocimientos técnicos básicos de manera urgente.
Las mejores pasantías
Rubén Fabrizio, coordinador del Departamento de Inserción Laboral y Pasantías de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, comenta que en la casa de estudios se cursan once carreras. Hasta mediados de octubre último habían recibido pedidos para 1400 búsquedas. De ellas, más del 40% para Ingeniería en Informática y la licenciatura en Sistemas. Durante todo 2002 hubo 300 búsquedas para todas las carreras. Los pasantes de estas carreras están mejor remunerados que el resto.
"Cuando uno ve una asignación estímulo de pasantía por 1500 pesos, seguro es de tecnología. Las otras rondan los 800 pesos", asegura Fabrizio.
Por su parte, Enrique Molina Pico, rector del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), explica: "En la rama informática tenemos acuerdos con compañías que nos permiten actualizarnos sobre la forma de impartir clases, la temática y los programas. Algunas donan su software para uso académico exclusivamente. Una manera de obtener personal es colaborar con quien lo forma".
El ITBA dicta la carrera de Ingeniería Informática y una licenciatura de Administración y Sistemas.
Plan de crecimiento
La Cessi apunta a planes de corto, mediano y largo plazo. En el primer caso se recurre a los cursos de formación que brindan empresas generadoras de tecnología. Además, se acerca a escuelas secundarias para presentar las características de la profesión. "Con el Instituto Nacional de Educación Tecnológica estamos trabajando en la definición de una tecnicatura en programación de nivel secundario para 2007", dice Carlos Rolandelli, presidente de la Comisión de Recursos Humanos de la agrupación.
La cámara y 60 empresas del sector trabajaron en la definición de 16 perfiles comunes a la industria y las características del puesto. Todos crecerán, pero la mayor demanda estará concentrada en los desarrolladores o programadores. "Las universidades no aspiran a crear programadores, sino licenciados e ingenieros. Los estudiantes terminan programando porque el mercado los absorbe, pero podrían dar más -agrega Rolandelli-. El trabajo es tratar de ordenarnos junto con las universidades y los ministerios de Educación y de Trabajo", concluye.
Postulantes cada vez más exigentes
A mediados de octubre último, Bill Gates, presidente de Microsoft, dijo que los programadores de software para computadoras serán más buscados que nunca en la próxima década. "Estos son trabajos que se pagan bien -expresó-. Son puestos divertidos, por lo que se pensaría que hay más gente que nunca solicitándolos. Pero no sé cómo no hemos pasado la voz. No hemos dicho claramente cuáles son los pasos para obtener las habilidades precisas para conseguir estos trabajos."
En la Argentina, los candidatos están exigentes. "En 2002 ni preguntaban por cuánto tiempo era el trabajo. Hoy se sobreentiende que es continuo. Preguntan y demandan hacer carrera en la empresa, capacitación y otros beneficios", dice Minond.
Algunas compañías, explica Rolandelli, se ven obligadas a ser más tolerantes, "pero se compran un problema". Explica que algunos profesionales no tienen reparo en hacer el curso de capacitación en la empresa y luego irse sin aviso o a la mitad de un proyecto. "Las compañías reforzaron sus programas de retención y capacitación a riesgo de formar gente que puede ser captada luego por la competencia", agrega.
Marilina Esquivel
