Los detalles de esa emigración son dolorosos, pero no apocalípticos. Aunque recientemente, en un taller organizado por el Banco Mundial, se aseguró que la Argentina fue durante los años noventa el mayor exportador de talento científico a los Estados Unidos, esto no es estrictamente cierto.
Según explica Mario Albornoz, director del Grupo Redes y coordinador del estudio "El talento que se pierde", las estadísticas del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) indican que en 1990 había 92.563 argentinos viviendo en ese país. Era una población relativamente pequeña si se la compara con los 4.298.000 mexicanos, los 736.900 cubanos, los 465.000 salvadoreños, los 334.100 jamaiquinos y los 144.200 peruanos, entre otros, que también residían allí.
En cuanto a la población económicamente activa (PEA, mayores de 16 años que integran la fuerza de trabajo), los argentinos eran 50.228, pero los mexicanos eran 2.333.700, los cubanos 428.000, los salvadoreños 276.300, los jamaiquinos 212.993, etcétera.
Neuronas al por mayor
De esa fuerza de trabajo, 9614 argentinos eran profesionales y técnicos. "No se trataba en valores absolutos del contingente más amplio -explica Albornoz-, sino que se encontraba en el sexto puesto, después de México, que con 60.965 representaba una población seis veces mayor; Cuba, con 46.792 (casi cinco veces más); Jamaica, con 28.020; Colombia, con 15.528, y Haití, con 12.455. Sin embargo, en relación con la fuerza de trabajo, la proporción argentina era la más alta: se iban 191,4 profesionales y técnicos por cada mil emigrados, seguida por Chile, con 159,6 por cada mil, y Jamaica, con 131,6 por cada mil."
Más tarde, en 1993, recibieron visa de científicos e ingenieros en los EE.UU. 138 argentinos (es decir, 181,4 cada mil emigrados). Nuevamente, no fueron los más numerosos: la misma documentación se extendió a 165 mexicanos y 141 peruanos.
Según el servicio de inmigración y naturalización de los Estados Unidos, en 1998 ingresaron 172 argentinos ingenieros y profesionales, el 39% de los argentinos que fueron a los EE.UU. En el 99, sólo ingresaron 138 (Colombia tuvo 455, México 320, Perú 359?), pero esos 138 fueron el 43% de la inmigración total, el porcentaje más alto.
"En 2000 hubo un salto importante -prosigue Albornoz-: 218 argentinos profesionales e ingenieros emigraron a los Estados Unidos (el 42% del total). Ese año hubo 549 mexicanos, 677 colombianos, 371 peruanos, 508 brasileños, 312 ecuatorianos y 336 venezolanos." En 2001, último año con registros procesados, esa cifra se elevó a 326, el 43% del total.
Por su parte, el Censo 2001 del Instituto Nacional de Estadísticas de España indica que en ese país europeo los argentinos "técnicos y profesionales científicos e intelectuales" ocupaban, en valores absolutos, el tercer lugar dentro de los grupos más numerosos, con 2416. Los colombianos eran 3068, los ecuatorianos 2683 y los peruanos 1301. En valores relativos, los científicos y técnicos argentinos ocupaban el segundo lugar por su número: los venezolanos representaban el 12,92% del total, los argentinos el 11,63%, los chilenos, el 8,90% y los ecuatorianos, el 8,81%.