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La Nación: Editorial II: Aportes a la investigación

EL desarrollo de la ciencia y la tecnología hace posible que la producción de un país incorpore el "valor agregado a partir del conocimiento" y, a la vez, permite "crear una sociedad más igualitaria". Estos dos conceptos fueron enunciados por el ministro de Educación, Daniel Filmus, en ocasión de presidir una reunión en la cual se firmó un convenio entre dos ministerios, el de Salud y Medio Ambiente y el de Educación, Ciencia y Tecnología, por el cual se adjudican subsidios por 9 millones de pesos para financiar la modernización y el reequipamiento de laboratorios y la producción de vacunas, sueros antiponzoñosos y factor VIII para enfermos de hemofilia.

Es de destacar que la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, por medio del Fondo para la Investigación, ha convocado a las asociaciones, universidades e instituciones que se dedican a la investigación, sean públicas o privadas, siempre que no tengan fines de lucro, a participar en un concurso de subsidios que se distribuirán para el financiamiento parcial de reuniones destinadas a promover el desarrollo científico y tecnológico. El total de los subsidios alcanza 1.800.000 pesos.

Ambos aportes se insertan en una línea de alentador apoyo a la actividad de los investigadores del país. Un caso destacable es el aporte privado y público que permitirá que un equipo de jóvenes estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires pueda participar en una competencia mundial de programación de computadoras en China.

En el camino del respaldo a los investigadores pueden contarse pasos promisorios. Entre ellos corresponde citar, también, la búsqueda de consensos para elaborar políticas de Estado referidas al campo de la investigación, un plan orgánico de crecimiento del Conicet que abre mejores posibilidades para los jóvenes graduados y la adjudicación gradual de mayor presupuesto para el sector.

Esas decisiones, que se han venido escalonando en el último bienio, confirman el propósito de revitalizar una actividad que ha padecido durante un período demasiado largo errores de planteos, omisiones presupuestarias muy serias y desconocimientos que la han limitado en el curso de diversas gestiones administrativas.

Los aportes ahora considerados constituyen una ayuda que abre mejores perspectivas en dos dimensiones valiosas: el desarrollo de conocimientos y de tecnologías aplicables a la producción de medicamentos, y la facilitación de contactos e intercambios entre los especialistas. Es de esperar que se mantenga firme esta decisión de promover el avance de la investigación mediante apoyos concretos.

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