Esta voluntad de recuperar y jerarquizar la escuela técnica -que, justo es reconocerlo, ha sido expresada por el Presidente más de una vez y de distintas maneras- está detrás del proyecto que se presentará en el Congreso en noviembre para reformar la ley federal de educación y de esta oportuna firma del convenio con la AEA. No parece necesario recordar una vez más la importancia fundamental de que nuestros jóvenes estén adecuadamente preparados para enfrentar ya la urgente necesidad de la industria argentina de contar con profesionales capacitados en el más alto nivel. De otra manera resultará muy difícil competir con la excelencia internacional.
Afortunadamente, también han comprendido esta urgencia aquellos que están directamente comprometidos con la producción, esto es, muchos empresarios argentinos a los cuales en reiteradas oportunidades se les ha reprochado indiferencia o falta de preocupación por el futuro tecnológico de la Argentina. Pero este convenio abre las puertas de las empresas no sólo a los jóvenes estudiantes, sino también a sus docentes: habilita, en primer lugar, a que en numerosas empresas de primera línea -específicamente, 35 de las firmas más importantes de la vida empresarial argentina, a las que se agregarán pronto otras, a medida que este programa se extienda por todo el país- se puedan realizar pasantías para alumnos en áreas técnicas y promueve un sistema de capacitación para los docentes en distintas plantas industriales, con el asesoramiento de profesionales de las compañías, para emprender proyectos tecnológicos en las respectivas escuelas.
Estamos de acuerdo con el presidente de AEA, Luis Pagani, cuando dijo que \"la educación es la respuesta simultánea a la integración social, la empleabilidad de nuestros jóvenes y la competitividad internacional\", y diferenció muy bien: \"Estamos aquí no para ocuparnos de lo urgente, sino de lo importante\". Porque de eso se trata, de comprender que sin modernas herramientas, pero también sin recursos humanos calificados, será imposible para la Argentina alcanzar en el corto y mediano plazo el camino del desarrollo sustentable. Ese camino es largo, porque se han perdido mucho tiempo y mucho talento y conocimientos, pero este compromiso entre las partes involucradas nos demuestra que la sociedad argentina puede retomar otra vez el rumbo correcto: el del trabajo y el esfuerzo, de la mano de la educación.