Tras el paro de 72 horas realizado la semana última, que finalizó con una movilización que convocó a unos 10.000 docentes y estudiantes de distintos lugares del país, la Conadu Histórica -uno de los dos gremios convocantes- decidió organizar otro paro, que se hará el 7, 8 y 9 de junio próximo, y piensa en un cronograma de actos de protesta que se extendería hasta septiembre.
Enteradas las autoridades del Ministerio de Educación están evaluando mantener la convocatoria a la mesa de negociación -que reúne a los gremios, los rectores y la cartera educativa-, cuya primera reunión iba a realizarse el martes próximo. "Vamos a revisar quiénes serán los interlocutores en esa mesa. El cronograma de las protestas coincide con la campaña electoral, y queremos sacar a la educación de la campaña", dijeron en la cartera educativa.
Según comentó Néstor Correa, secretario gremial de la Conadu Histórica, está previsto definir nuevas medidas, como un paro por 96 horas o no tomar exámenes. Sin embargo, dijo que "si hay una propuesta concreta, revisaríamos el plan de lucha".
* * *
Política estudiantil. La conducción de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) realizará este mes el postergado congreso de renovación de autoridades, que debía haberse hecho en diciembre último y nunca se convocó. La organización estudiantil está conducida por el Frente 20 de Diciembre, encabezado por el Partido Obrero y el MST-Izquierda Unida, que enfrenta graves cuestionamientos de las fuerzas de centroizquierda, que denuncian su ilegitimidad.
Según pudo saber LA NACION, la conducción de la FUBA pretende impugnar a los representantes de Ciencias Económicas, cuyo centro de estudiantes se mantiene en situación irregular desde hace varios años, y de Odontología, por irregularidades en los padrones y el escrutinio. Al mismo tiempo, la presencia de estos delegados complicaría el triunfo de la actual conducción.
Mientras los estudiantes miran de lejos las disputas de los dirigentes, la centroizquierda discute el armado de un frente común para ganar la FUBA. Desde la izquierda, lo ven como "un complot entre ex shuberoffistas, justicialistas y partidarios del Gobierno para sacar a la izquierda de la universidad".
Raquel San Martín
