Una comisión de seis miembros del Consejo Superior realizó una investigación y concluyó en octubre último que era imposible determinar de manera fehaciente el destino de esos fondos y detectó un sistema de contabilidad con desprolijidades.
El informe, que el rector entregó anteayer al Consejo Superior, afirma que nunca existió en la UBA un egreso injustificado de fondos, pero describe un sistema contable que arrastra irregularidades desde la gestión anterior.
El informe admite que sólo resta imputar $ 15.541.820,99, que se registraron a cuenta de fondos que todavía no se recibieron, práctica habitual para cubrir el déficit operacional de la UBA. Según el rector, desde 2002 los gastos aumentaron -los salarios de bolsillo, por ejemplo, se llevan $ 23 millones por mes-, pero los ingresos fueron menores, y se registraron retrasos en el envío de fondos por parte del Ministerio de Educación. En esa ecuación -afirma-, se debieron utilizar varias veces esos fondos, provenientes de los aportes patronales, que luego se cubrían cuando llegaban los recursos.
"La insuficiencia en el ordenamiento presupuestario, el descuido en las registraciones y las operaciones de ajuste a posteriori son hechos observados desde hace años", dice Jaim Etcheverry, quien afirma que durante su gestión dio comienzo a un complejo proceso de regularización de los registros presupuestarios.
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Reelección. El ingeniero Mario Barletta conducirá la Universidad Nacional del Litoral (UNL), con sede en Santa Fe, durante cuatro años más. La semana última, Barletta, de origen radical, fue reelegido con el 89% de los votos de la asamblea universitaria.
Raquel San Martín
