Después, reposa sus dichos en estadísticas: \"Hacen falta 3000 norteamericanos para registrar una patente, 788.000 argentinos y un millón de mexicanos\". Luego afirma que \"dos terceras partes de la economía mundial son conocimientos\". Finalmente, Juan Enriquez, investigador senior y director del proyecto Life Science de la Escuela de Negocios de Harvard y autor del libro \"As the Future Catches You\" –va por la 12ª edición en los Estados Unidos y fue traducido a 15 idiomas–, lanza el desafío: \"Deme 20 aviones y déjeme elegir a las mentes que llevo adentro. En dos semanas le armo el país más rico del mundo\".
Presente y futuro
Nacido en México y formado en los Estados Unidos, Enriquez es un estudioso de la tecnología en su interacción con la economía y la política, y su impacto en la vida presente y futura. Con un discurso polémico, elegante y didáctico, sus palabras no pasan inadvertidas entre quienes lo escuchan.
Cuesta catalogar su especialidad. El perfil de filósofo se anuda con la holgura pedagógica con la que atrapa a su auditorio. Matemático, estudioso de la biotecnología, de la tecnología o gurú, da lo mismo. Lo suyo es viajar por el mundo y hechizar a las audiencias de las universidades que lo tienen como expositor, correr hacia el puerto más cercano para subirse a un velero con el que ya dio media vuelta al mundo tomando muestras de agua para estudiar los ecosistemas marinos o transitar la vida empresarial como CEO de Biotechonomy, una compañía que él creó y a la que define como de \"capitales de riesgo\".
Llegó a la Argentina invitado por la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) y disertó en el congreso anual que la entidad realizó la semana pasada en Mar del Plata.
Antes de dar una conferencia convocada por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires y la Universidad de San Andrés, Enriquez aceptó hablar con LA NACION y dijo que \"los países serán ricos o pobres según el conocimiento que puedan desarrollar\". A los 45 años, este mexicano, padre de dos hijos de 13 y 8 años, está convencido de que la biotecnología y la genética son las áreas donde los gobiernos deben invertir y confía en que será la comunidad científica la que finalmente regulará los usos indebidos de estas nuevas tecnologías. \"Todas las tecnologías que inventó el ser humano tuvieron usos malos, como la electricidad, la pólvora o el automóvil, por ejemplo\", sintetizó.
–¿Cómo interactúan las nuevas tecnologías en la economía?
–Antes las riquezas se generaban con minas, petróleo o ganado. Era un mundo agrícola y los países dominantes eran los grandes. Con el sistema agrícola, la riqueza no se iba. Aun con un mal gobierno no se perdía la mayor parte de ella. Después vino el esquema industrial, donde las industrias tardaban 20 o 30 años en depreciarse. El margen para que se equivoquen los gobiernos es cada vez menor. Hoy, cinco jóvenes pueden encerrarse en una universidad y generar millones de dólares de valor.
–¿Este nuevo sistema tecnológico cambia el mapa de poder mundial?
–Es un sistema que les da la posibilidad a los países a generar enormes riquezas en poco tiempo. Por ejemplo, con el sistema agrícola es impensado que Singapur sea un jugador de nivel mundial. Le propongo un desafío. Deme 20 aviones 747 y déjeme escoger con cuidado las mentes que llevo adentro, los transporto a una isla del [océano] Pacífico y voy a crear un gran país, y sin mover una planta, o una fábrica, o una cuenta bancaria. Puedes mover 2000 mentes, y si las eliges bien puedes generar una sociedad inmensamente rica. De igual manera, si pierdes 2000 mentes o si no las generas, te puedes volver una sociedad inmensamente pobre en muy poco tiempo.
Los gobiernos tienen cada vez menos margen para el error; si no se apoya la ciencia, la tecnología y la educación en un país no hay compañías nuevas. Por ejemplo, ni en México, la Argentina o Brasil hay más compañías que coticen en la Bolsa hoy que las que había en 1985.
–¿Cree que los gobernantes de la Argentina se equivocaron en sus políticas educativas?
–Hay que tener mucho cuidado en decir que el Gobierno se está equivocando. En los últimos 30 años América latina tuvo gobiernos de derecha, izquierda, socialistas o capitalistas y la verdad es que no ha funcionado. El valor agregado de estos países por trabajo manufacturado no ha subido, mientras que en otros países, como el sudeste de Asia, que empezaron mucho más pobres, aumentó considerablemente. En América latina no han tomado en serio la educación. En el mundo actual, dos terceras partes de la economía mundial son conocimientos.
Hay sociedades con mucha menos riqueza o ingresos que la Argentina o México y, sin embargo, en una generación han quintuplicado sus ingresos. No hay nada más importante que la educación, pero hay muy pocos que lo entienden. Yo siempre me pregunto: ¿cómo es que la Argentina es campeona en fútbol y en basquet? Pregunté a un auditorio qué opinaban y me dieron 30 claves: entrenamientos, selectividad, reglas claras. Es verdad, así se llega a ser los mejores del mundo. Ahora bien, ¿se aplica esto a todas las áreas de la educación?
–¿Cómo se imagina la sociedad de América latina en los próximos años?
–Si la primera plana de LA NACION dentro de diez años dijera que la Argentina es el ejemplo mundial de lo que hay que hacer, no me sorprendería porque hay gente talentosa en este país. Si dijera que se ha vuelto el líder mundial en biotecnología, desarrollo genético, también lo creería. Ahora, si dice que esto no cambió y que siguió su curso hacia abajo y no se recuperó, tampoco me sorprendería.
La Argentina, Chile, Brasil o México van a decidir su futuro de acuerdo con lo que hagan con esta generación.
–¿En esta generación?
–Sí, en un mundo donde se duplica todo lo que sabe la humanidad cada cinco años, va a haber pueblos preparados para eso que van a generar inmensa riqueza; y va a haber pueblos que se van a quedar mirando el retrovisor pensando en los agravios de años pasados.