Sin embargo, el proyecto tiene su costado polémico, ya que ese aporte deberá ser financiado en un 60% por las provincias y en un 40% por la Nación. En juego hay $ 30.000 millones, el monto en que se estima se elevará el presupuesto educativo total, que en la actualidad es de $ 23.000 millones, hasta 2010.
Como los fondos saldrán del excedente de la masa coparticipable que el Gobierno prevé que recibirán las provincias por la mayor recaudación impositiva, el justicialismo necesitará mayoría absoluta (es decir 37 votos afirmativos). Hasta ayer, el radicalismo se negaba a aprobar esa cláusula, ya que, como los partidos provinciales, exige que el incremento de las partidas sea aportado en partes iguales por la Nación y las provincias. Así, el PJ tendrá que buscar los votos entre sus propios legisladores o en fuerzas menores.