El hecho ocurrió a las 5.30. En la casa de altos estudios -situada en Sáenz Peña 180, en la localidad de Bernal- sólo se encontraban los dos vigiladores del turno noche cuando ocurrió el hecho.
Los dos ladrones, armados con un pistolón y un revólver, actuaron rápido; amenazaron a los custodios y les ataron las manos y los pies con precintos plásticos.
Los dejaron encerrados en la oficina en la que estaban y se dispusieron a recorrer las dependencias de la universidad.
Una vez que reunieron los elementos de valor, forzaron la cerradura de un automóvil que estaba en el estacionamiento de la casa de estudios, cargaron el botín y se escaparon.
Los custodios no pudieron zafarse de sus ataduras.
Así estuvieron hasta las 7.30, cuando llegó el personal no docente de la universidad y los liberó.
Sólo entonces pudieron hacer la denuncia en la comisaría 8a. de Quilmes. Hasta el cierre de esta edición, los ladrones continuaban prófugos.