La falta de las alumnas fue cometida en 2000, cuando una de ellas reemplazó a la otra para hacer un parcial recuperatorio de la materia Psicología Laboral. Tras ser descubiertas por el jefe de trabajos prácticos de la materia, Daniel Zanotti, se inició un sumario administrativo que culminó en abril último con la expulsión de las dos alumnas.
No es la primera vez que el Consejo Superior de la UNC se aboca al estudio de ilícitos académicos cometidos por estudiantes, aplicando las sanciones de rigor. En ocasiones anteriores, incluso, hubo casos que llegaron a la justicia federal y que tuvieron una enorme repercusión.
Lo que sorprendió en este caso es que ambas estudiantes son religiosas y que pertenecían a la congregación Siervas del Espíritu Santo, que gestiona una escuela primaria y secundaria de esta ciudad. Una de ellas -Marta Mercedes Meier- es actualmente superiora provincial de la congregación y la otra -Silvia Arroqui- se desvinculó de la institución.
\"Esa información no es relevante para la universidad, en tanto no existe ningún criterio de raza, religión o posición social para admitir ni para expulsar a un estudiante -explicó a LA NACION una vocera del rectorado-. Por lo tanto, esa información no figuraba en el expediente administrativo que analizó el consejo.\"
El caso fue divulgado por el diario local La Voz del Interior y motivó una respuesta por parte de una de las involucradas. Meier, actual superiora provincial, envió una carta al Canal 12 de esta ciudad en la que reconoció su error y pidió disculpas: \"Fue un error, ya lo he reconocido ante quien corresponde y estoy esperando que el Honorable Consejo Superior de la UNC dicte una sanción justa\", dice el texto enviado por la religiosa. \"A modo personal, como cristiana y religiosa, he pedido y pido perdón. Percibo que a partir de aquel tiempo vivo un gran proceso de cambio. He constatado que los errores en mi vida pueden enseñarme muchas cosas. Reconozco y acepto mis limitaciones, como también mis posibilidades\", continúa la carta.
Aunque la expulsión ya fue aplicada, la abogada de las religiosas, Herminia Verón, insiste en que se trata de una sanción exagerada y argumenta que como las dos estudiantes siguieron rindiendo materias mientras se sustanciaba el sumario tienen derechos adquiridos en la universidad.
La expulsión de la UNC consiste en una inhabilitación por cinco años para realizar cualquier actividad académica a partir de la fecha en que se cometió la falta. De esa forma, a fines del próximo año Meier y Arroqui estarán en condiciones de tramitar su título de profesoras de Psicología, carrera que completaron mientras se desarrollaba el proceso administrativo.
\"Hubo una sustitución de persona; una falta muy grave en el ámbito universitario\", explicó el docente que descubrió que una de ellas se había hecho pasar por la otra para hacer el parcial. \"Eran muy participativas en las clases y ellas mismas se identificaban como religiosas, aunque no usaban hábito\", agregó Zanotti.
La madre María Elisa de Elías, presidenta de la Junta Arquidiocesana de Religiosas, se mostró preocupada por el hecho. \"Una siempre espera de los miembros de la Iglesia un testimonio de vida más profundo que el de alguien que sólo ha sido bautizado. Es muy duro enterarme de algo así\", dijo la religiosa.