El decano de la facultad, José María Willington, dijo a LA NACION que el nuevo sistema fue aprobado por unanimidad de los delegados presentes en el Consejo Directivo, con el voto de 14 docentes, aunque faltaron tres estudiantes y un no docente.
La medida no requiere la convalidación del Consejo Superior de la universidad, de forma tal que se evitará la batalla política que en ese cuerpo iban a dar las agrupaciones estudiantiles que se oponen al cupo. En 2001, la facultad cordobesa cambió sus planes de estudios e implementó un exigente examen que, en la práctica, implicaba un "cupo encubierto" de hasta 600 alumnos, cifra acorde con la capacidad alumno-paciente en la estructura hospitalaria para las clases prácticas. Con ello se puso freno a la masividad, ya que anteriormente ingresaban alrededor de 3000 estudiantes por año.
Sin embargo, la exclusión de aspirantes generó protestas de alumnos y padres al comienzo de cada ciclo lectivo desde entonces. Este año, por ejemplo, se inscribieron 2600 aspirantes, de los cuales ingresaron 491. Entre otras protestas, hubo una toma del rectorado y de otras dependencias de la UNC, hasta que se forzó a tomar un nuevo examen recuperatorio a los que quedaron marginados. En esa instancia sólo pudieron acceder 54 alumnos.
Ahora, el nuevo sistema determina que sólo podrán acceder a la carrera de Medicina los 550 mejores promedios. Sólo habrá elasticidad en caso de que en el último lugar haya empate entre varios estudiantes. En tal caso, ingresarán todos los que estén en esa situación.
El nuevo sistema
Willington explicó que, según la nueva reglamentación, los aspirantes deberán aprobar un puntaje mínimo del 60% en cada uno de los cuatro módulos que conforman la prueba de admisión, en la que se evaluarán iniciación a la medicina y biología, física y matemática.
Puntualizó además que con el cupo los docentes no estarán abocados a "fabricar un examen", sino a "lograr la capacitación del mayor número de gente posible en los cursos de admisión; es decir, a mejorar la formación de los chicos que egresan del secundario".
A partir de mediados de agosto se hará una preinscripción de aspirantes y un cursillo a distancia a través de la página web de la facultad ( www.fcm.unc.edu.ar ). "Los chicos se podrán comunicar por correo electrónico con los docentes, que los van a ayudar en todas sus dificultades con las materias hasta diciembre. Ese mes se hará un trabajo presencial con ellos, donde se evaluarán sus debilidades y fortalezas, para que en febrero puedan hacer el curso de nivelación con vistas al examen de finales de marzo", manifestó el decano.
En su resolución, la facultad puntualizó que "la carrera de Medicina implica indiscutiblemente realizar una práctica intensa, destinada a que el futuro egresado adquiera las competencias, habilidades y destrezas necesarias para su ejercicio profesional".
El tema del cupo en la carrera de Medicina suscitó recientemente posiciones encontradas entre los ministros de Educación y de Salud de la Nación. El titular de Salud, Ginés González García, había dicho que "la Argentina no tiene que tener más médicos, sino mejores médicos. Las universidades tienen que formar los profesionales que pueden. Cambiar el número de ingresantes en las facultades de Medicina porque los padres están enojados porque el hijo no entró es un riesgo brutal para la sociedad", afirmó.
El ministro de Educación, Daniel Filmus, discrepó. Se declaró contrario a que el Estado intervenga en ese aspecto y vulnere la autonomía universitaria para regular los cupos de ingreso en la carrera de Medicina. Filmus sostuvo que González García "formuló una opinión con respecto a la cantidad de médicos que él considera que hace falta para el sistema de salud nacional. Yo creo que son las universidades las que tienen que decidir".
La FUA rechazó las restricciones
La implementación del cupo de ingreso en Medicina reavivó una controversia que no se limita al caso cordobés, y que pone en el centro del debate la igualdad de oportunidades, la necesidad de definir una política de salud y hasta la concentración de la oferta universitaria en ciertas regiones.
La Federación Universitaria Argentina (FUA) expresó su repudio "a los intereses elitistas" del ministro de Salud, Ginés González García, quien en Córdoba se manifestó partidario de restringir el ingreso para la formación de médicos.
En un documento firmado por su presidente, Maximiliano Abad, y su vicepresidente, Marcos Duarte, la FUA también exigió al presidente Néstor Kirchner que "clarifique la posición del gobierno nacional frente al ingreso en las universidades públicas".
Tras afirmar que "las restricciones al ingreso" en algunas universidades "sólo permiten que los colegios profesionales controlen la matrícula y se cristalice el darwinismo social", los dirigentes estudiantiles se preguntan si el ministro González García estará "buscando desalentar y restringir el ingreso a las universidades estatales para garantizar más clientes en las universidades privadas".
En el documento, la FUA señala que "es una falacia sostener que nuestro país tiene demasiados estudiantes universitarios", ya que representan el 3% de la población.
Dice, además, que la cantidad de médicos en el país está por debajo de la de naciones como España o Estados Unidos. Según datos de la OPS, que citan los estudiantes, la relación es de 26,8 médicos cada 10.000 habitantes en la Argentina, mientras es de 27,4 en los Estados Unidos y 27,3 en España.
Señala también la concentración de once facultades de Medicina en la ciudad de Buenos Aires, de las cuales sólo una -la Universidad de Buenos Aires- es pública.
Argumentos
Para el decano Willington, a partir de la instalación del cupo los docentes no estarán abocados a “fabricar un examen”, sino a “lograr la capacitación del mayor número de gente posible en los cursos de admisión, es decir, a mejorar la formación de los chicos que egresan del secundario”. Según el nuevo sistema, habrá una preinscripción a mediados de agosto y un cursillo a distancia para los aspirantes hasta diciembre. Luego habrá un trabajo presencial para determinar debilidades y fortalezas y, en febrero, un curso de nivelación. El examen será a fines de marzo. Ingresarán como alumnos los mejores 550 promedios. Si en el último lugar hay empate entre varios, entrarán todos los que estén en esa situación.