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La Nación: Fuertes agresiones impidieron sesionar al Consejo Superior

El decano de Medicina, Alfredo Buzzi, está desde hoy a cargo del Rectorado

Por quinta vez en un mes y medio, la Universidad de Buenos Aires (UBA) mostró ayer sus serias dificultades para gobernarse. En el último y violento capítulo de su crisis institucional, la sesión del nuevo Consejo Superior, convocada ayer por la mañana en el Rectorado para elegir vicerrector y avanzar en el llamado a una nueva asamblea, debió suspenderse en medio de un escándalo, en el que los estudiantes de izquierda que conducen la FUBA ocuparon la sala, rodeando a los consejeros sentados e intercambiando con ellos y otros asistentes insultos que varias veces se acercaron a la agresión física.
 
Desde hoy, con el mandato vencido del vicerrector, Berardo Dujovne, y ante la imposibilidad de elegir quien lo suceda, el decano de la Facultad de Medicina, Alfredo Buzzi, estará a cargo del Rectorado de la UBA, por ser el decano de mayor edad. Según dijo a LA NACION, Buzzi convocará esta semana a los decanos y a los consejeros superiores para "armar las comisiones de trabajo y buscar el modo de destrabar el conflicto y poder elegir las nuevas autoridades".
 
En rigor, nadie se atrevía ayer a arriesgar qué alternativas hay para lograrlo, aunque desde el grupo que apoya a Alterini se sugirió que las próximas convocatorias podrían hacerse con ingreso restringido "para proteger la integridad física de los consejeros".
 
Los estudiantes, que ya impidieron cuatro veces la realización de la asamblea que debe elegir rector, cambiaron ayer su reclamo principal. Pedían que, como primer punto de la reunión, se tratara la separación de los miembros del gremio no docente (Apuba) "que protagonizaron la salvaje golpiza contra los estudiantes" el 2 de este mes en las escalinatas de la Facultad de Medicina. Además, acusaron a los decanos del grupo que apoya la candidatura del decano de Derecho, Atilio Alterini, de haber enviado a "sus patotas" y de ser "autores intelectuales" de esos incidentes. Apuba, que tiene voz pero no voto en el Consejo Superior, no estuvo ayer en la sesión.
 
Final lamentable
 
A poco de comenzada la reunión, a las 9.20, su levantamiento, que terminó de producirse a las tres horas, ya parecía inevitable. Los estudiantes pidieron tratar primero el tema de los incidentes ocurridos el 2, pero ni siquiera se llegó a votar la moción. El desborde siguió y, con megáfono, bombos y superioridad numérica, los estudiantes se impusieron fácilmente a los 28 consejeros sentados, de los cuales algunos permanecían impasibles, mientras otros respondían con vehemencia a los insultos.
 
La tensión fue en aumento, porque en el mismo recinto, en Viamonte al 400, había militantes de agrupaciones estudiantiles que apoyan a Alterini y que, inevitablemente, terminaron defendiendo consignas opuestas en el mismo y sofocante espacio.
 
La escena era, en rigor, la repetición de las cuatro asambleas suspendidas, pero esta vez en un recinto cerrado, en el que los estudiantes pudieron ingresar porque la sesión era pública. "Me parece que el facho no sale rector", en referencia a Alterini, "Franja Morada, no seas caradura, vos sos la consecuencia de la puta dictadura", "que se vayan todos", decían unos. "FUBA piquetera, qué poquito que te queda", respondían los otros, entre insultos personalizados que se superponían con los cánticos y la voz del vicerrector Dujovne, que intentaba infructuosamente continuar con la sesión.
 
En un momento se intentó sesionar de todos modos, entre el ruido ensordecedor: se propuso como vicerrector al profesor Aníbal Franco e incluso cuatro consejeros, por orden alfabético, emitieron su voto (tres en favor y una abstención), pero fue imposible continuar.
 
A las 10.45, Dujovne se retiró, seguido por Alterini y Buzzi, pero el resto de los consejeros continuaron sentados. Debió hacerse cargo el decano de Farmacia, Alberto Boveris, quien llamó a un cuarto intermedio que nunca finalizó. Los estudiantes amenazaron con tomar el Rectorado, pero dieron marcha atrás. "Esto es una ocupación pacífica. Queremos que este consejo sesione", gritaba un estudiante trepado a una silla, megáfono en mano, mientras la situación se desmadraba irremediablemente, con militantes que pasaban por encima de las mesas e increpaban a los consejeros individualmente, en una suerte de "escrache rotativo".
 
"Queríamos elegir vicerrector, proponer que se quedara la secretaria de Hacienda, Luisa Aicardi, y tratar el tema de la violencia en Medicina. Pero ni siquiera se pudo discutir. También creemos que hay que castigar a los responsables de esos incidentes, pero como corresponde", dijo Franco a LA NACION.
 
"No se puede continuar como si no pasara nada. Como primera medida se tiene que ir la conducción de Apuba. Luego pedimos que se abra una investigación de las autoridades universitarias por su participación en los incidentes y que se ponga en marcha un cronograma de reforma del estatuto, antes de elegir ninguna autoridad", enumeró María Damasseno, copresidenta de la FUBA. 

Por Raquel San Martín De la Redacción de LA NACIÓN

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