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La Nación: Intentará la UBA elegir rector el 18

El Consejo Superior sesionó ayer presionado por estudiantes de izquierda y partidarios de Alterini. Los alumnos propusieron una profunda reforma del sistema de representación. Volverán a movilizarse y no hay garantías de que la asamblea se haga.

11 de abril de 2006, 13:44.

Por tercera vez, la Universidad de Buenos Aires (UBA) intentará elegir un nuevo rector. Será el martes próximo, a las 9, en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en una asamblea sin restricciones de ingreso, tal como lo decidió ayer el Consejo Superior de la institución.
 
Sin embargo, no hay cambios en las condiciones políticas que motivaron las anteriores suspensiones ni compromisos explícitos que permitan suponer que esta vez sí podrá realizarse la frustrada reunión de 236 representantes. Más aún, los estudiantes ya convocaron a una movilización a las puertas del colegio para el martes que viene.
 
La asamblea debió ser suspendida dos veces la semana pasada cuando agrupaciones estudiantiles de izquierda -encabezadas por el Partido Obrero y el MST- ocuparon la entrada del colegio en rechazo a la candidatura del decano de la Facultad de Derecho, Atilio Alterini, a quien objetan su paso como juez y funcionario municipal durante la última dictadura militar.
 
Ayer, la mayoría del claustro estudiantil presentó "como salida a la crisis" un proyecto para que la asamblea, antes de elegir al rector, modifique el estatuto para cambiar el sistema de representación, pida la renuncia de todos los asambleístas, convoque a nuevas elecciones en todos los claustros y llame a una nueva asamblea, en la que se elegiría al rector por voto directo. Pero el Consejo Superior sólo aprobó incluir, en el nuevo llamado, la "discusión sobre la reforma del estatuto universitario" en el orden del día.
 
Gritos y confusión
 
En una sesión que superó las cuatro horas de discusiones -en la que hubo fuertes cruces verbales, gritos, confusión y llamados del rector, Guillermo Jaim Etcheverry, a la "cordura" de los consejeros-, el eje de la discusión cambió. Los cuestionamientos a Alterini se redujeron y se centró el debate en la representatividad de los órganos de gobierno de la UBA.
 
Los consejeros sesionaron rodeados, de un lado, por militantes de izquierda que reclamaban "que renuncien todos" y calificaban la asamblea de "ilegítima". Del otro, por la agrupación QRS, de Medicina, que apoya a Alterini y cuestiona a Jaim Etcheverry por "impedir que se vote" y "financiar a los usurpadores de la FUBA".
 
Pero el mayor intercambio de agresiones se dio entre los consejeros. La mayoría estudiantil acusó a los promotores de Alterini de representar la vuelta del shuberoffismo y de sectores vinculados con el dirigente radical Enrique Nosiglia a la UBA. Ellos contraatacaron al cuestionar la actuación de la izquierda al frente de la FUBA por no convocar a elecciones para renovar su conducción, y les adjudican una representación minoritaria entre los estudiantes. "La UBA no puede ser rehén de un grupo que perdió la mayoría", dijo el consejero graduado José Luis Giusti.
 
En el fallido proyecto presentado ayer, los estudiantes critican a "las camarillas profesorales enquistadas en la universidad". Para "democratizar el régimen de gobierno", los estudiantes proponen crear un claustro único docente, que incluya a todas las categorías y hasta a los ad honórem; eliminar el claustro de graduados y sustituirlo por el de no docentes, y aumentar el número de representantes estudiantiles.
 
No es un planteo nuevo. De hecho, en la asamblea que hace cuatro años eligió al actual rector los estudiantes habían hecho un planteo similar. La asamblea aprobó sólo un cambio: limitar la reelección del rector a dos mandatos consecutivos. Para calmar los ánimos, se resolvió entonces que a los seis meses iba a convocarse una nueva asamblea para debatir proyectos, pero eso nunca sucedió.
 
Ayer, hasta los partidarios de hacer reformas estatutarias coincidían en la dificultad de estos cambios.
 
"El proceso de reforma de un estatuto es muy complejo. Lo más racional sería que esta asamblea volviera a fijar fecha para debatir los cambios. Creemos que hay que perfeccionar y actualizar el estatuto, pero eso es un largo debate", dijo un asambleísta que votará a Alterini.
 
Desde la izquierda, el candidato a rector Alberto Kornblihtt tuvo palabras similares. "La actual estructura de los órganos de gobierno es democrática, pero hay cosas que deberían mejorarse. Nos parece positivo que se incluya la posibilidad de reformar el estatuto", dijo, pero advirtió que "debatir esta reforma es un proceso complejo, que exige amplias discusiones, tiempo y trabajo en comisiones".
 
Además, una reforma estatutaria debe pasar por el Ministerio de Educación, que tiene la potestad de plantear objeciones, según la ley de educación superior.
 
Una hipotética nueva suspensión de la asamblea la acercaría al fin del mandato de Jaim Etcheverry, el 8 de mayo. Si para esa fecha no hay nuevo rector, deberá asumir el nuevo Consejo Superior, que elegirá a un vicerrector y convocará, otra vez, a la asamblea.
 
Expresiones de preocupación
   
Distintas instituciones rechazaron la actitud de las agrupaciones estudiantiles que impidieron la realización de la asamblea en la UBA.
 
Para el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, "resulta inaudito que este brutal acto de autoritarismo se produzca en el ámbito donde por esencia debe prevalecer la tolerancia, el pluralismo y el intercambio pleno de ideas". Según la institución, "es altamente preocupante que esta metodología antidemocrática haya llegado a la universidad".
 
Por su parte, la Sociedad Científica Argentina expresó su preocupación por la frustración de la asamblea "por la presión exhibida por grupos minoritarios que se adjudican representaciones que no tienen". "No puede tolerarse que el libre juego de instituciones como la UBA se vea obstaculizado por piquetes", dijo.
 
Para el diputado Jorge Vanossi, presidente del bloque PRO, "la UBA está a punto de sufrir un serio embate que puede servir de excusa a quienes quieren intervenirla y avasallarla. La UBA no merece ese destino por obra de quienes se arrogan el derecho de decidir su futuro bloqueando el libre funcionamiento de sus órganos constitutivos".
Por Raquel San Martín De la Redacción de LA NACIÓN

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