FORMOSA.- La noticia difundida en España sobre la supuesta falsificación y venta de títulos con el sello de la Universidad Nacional de Formosa (UNAF) es considerada en esta ciudad la gota que rebasó un vaso ya lleno de todo tipo de denuncias.
"A mí no me consta", fue la frase más repetida ayer por el rector de la UNAF, Carlos Dalfaro, durante un diálogo con LA NACION sobre la expedición de títulos por miles de euros a estudiantes españoles que habrían cursado según la modalidad virtual de aprendizaje a distancia, gracias a un convenio con el instituto privado madrileño Cibernos, que la semana pasada fue multado por el gobierno español por ofrecer servicios educativos falsos.
Tras la licencia de 15 días otorgada al rector Dalfaro y a Héctor Quijano, decano de la Facultad de Administración, Economía y Negocios, está ya en funcionamiento la comisión investigadora que analizará lo sucedido.
Ayer, LA NACION pudo saber que miembros de esa comisión encontraron, casi por casualidad en las oficinas de la facultad de Administración, una lista con 17 alumnos residentes en España a los que se les habría emitido un titulo de licenciatura en Informática. En los expedientes de esos estudiantes figuran fechas insólitas: entre enero y marzo de 2005 habrían rendido y aprobado ocho materias y los exámenes finales habrían sido tomados en enero, cuando habitualmente la universidad está en receso.
Los miembros de la comisión, que darán su "veredicto" el 21, buscan ahora las actas de exámenes para identificar a los profesores que las firmaron y los planes de estudio para confirmar si se trató de la modalidad presencial o no.
"Nos duele y avergüenza esta situación", dijo María de la Cruz Colombrera de Castañeda, decana de Humanidades y presidenta de la comisión investigadora. "Llegaremos a la verdad -afirmó- porque está en juego el prestigio de la universidad y de todo el sistema universitario."
La comisión ya pidió audiencia para el lunes con el ministro de Educación, Daniel Filmus.
 
Revuelo
"Disculpe, señorita, pero usted no es de acá y tiene que saber que este hombre es un tránsfuga; en la universidad pasan cosas muy raras", dijo un taxista al escuchar a esta cronista hablar del rector de la UNAF. Y no fue el único que se mostró contrariado.
Después de oír por la radio que había periodistas de Buenos Aires en la ciudad, al menos media docena de formoseños buscaron a LA NACION para aportar datos sobre la gestión de Dalfaro. Gestos que contrastaron con el silencio al que se llamaron los noticieros de los canales de televisión de habitual tendencia oficialista.
Entre los antecedentes de Dalfaro existe una denuncia sobre supuesta asociación ilícita presentada por el ex rector Antonio Pietro (1997-2002) ante la auditoría del Congreso de la Nación, que estaría "cajoneada" en el rectorado. "Dalfaro, Quijano y otros crearon el Instituto de Estudios e Investigaciones Científicas en 2001 para brindar servicios de asesoramiento a la Universidad y, de esta forma, sacarle dinero", dijo José Gait, profesor titular y consejero docente de la Facultad de Administración.
Otros advierten sobre irregularidades en los concursos docentes, en la asignación de becas, en la distribución de fondos de investigación, en el otorgamiento de sobresueldos y contratos de docentes. Ayer, al conversar con otro docente en uno de los pasillos del campus de la UNAF, Pietro sentenció: "Esto es el punto final de un proceso de destrucción de la Universidad de Formosa".
Hasta el momento hay tres acuerdos cuestionados porque la UNAF no tiene la habilitación necesaria para dictar cursos a distancia. Uno con la Escuela Europea de Sistemas Informáticos (Esina), de Pamplona; otro con el Instituto Cibernos, y el tercero con la asociación de universidades World University, cuya representante en la Argentina es World College, con sede en Tierra del Fuego.
Al ser consultado sobre estos acuerdos, Dalfaro dijo que los tres son convenios marco de cooperación, intercambio y ayuda mutua, pero que ninguno llegó a implementarse por diferentes problemas de esas entidades. Según sus afirmaciones, la citada Esina no tenía autorizaciones del gobierno español; el acuerdo de Cibernos no fue aprobado por el Consejo Superior (que pidió informes sobre la contraparte española y hasta el momento no fueron enviados) y el convenio con World University "fue rescindido", por el mismo Dalfaro, cuando constató que había problemas legales en la asociación entre World College y su casa madre. Las fechas de los expedientes encontrados no coincidirían con las expresadas por Dalfaro. Tampoco la cantidad de convenios: se afirma que luego de dejar sin efecto el vínculo con World University, éste habría sido renovado.
De hecho, hasta ayer en el sitio de Internet de la UNAF figuraba un texto firmado por Dalfaro en el que describía, como uno de los servicios de esa universidad, que "el acuerdo con World University permite a los alumnos tener la posibilidad de obtener una doble o triple titulación en algunas universidades de Europa o EE.UU.".
"Eso era un objetivo a alcanzar a largo plazo", explicó Dalfaro, al señalar que el texto "quedó por error desde hace tiempo". El rector ahora investigado fue elegido en septiembre de 2002 luego de haber sido decano de Administración durante tres años. En esos años lo acompañó como vicedecano Héctor Quijano, a quien ayer Dalfaro señaló como el que firmó el convenio con Cibernos y quien tenía una estrecha relación con los representantes de World University. Quizás olvidó que el acuerdo con Cibernos fue convalidado por él, al ser derivado para su estudio al Consejo Superior.
Por Silvina Premat Enviada especial