Luego de un extenso y por momentos áspero debate, la Cámara de Diputados aprobó anoche y giró al Senado el proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo que apunta a revitalizar y jerarquizar la enseñanza que brindan los 1200 establecimientos de educación técnica en los niveles medios y terciarios no universitarios del país.
El aval del PJ, aliados transversales del Gobierno y diputados de centro resultó suficiente para aprobar el proyecto, presentado en noviembre del año último y reclamado públicamente por el propio presidente Néstor Kirchner hace poco más de un mes. La norma fue aprobada por 104 votos a favor, 66 en contra y una abstención. Al cierre de esta edición se debatía el texto en particular, con el propio ministro de Educación, Daniel Filmus, en el recinto.
La UCR, el socialismo, ARI, el macrismo y hasta sectores del ibarrismo presentaron proyectos en minoría, disconformes con el contenido de la iniciativa, que establece un aporte estatal del 0,2% del presupuesto nacional (alrededor de 200 millones de pesos anuales) por ser destinado por el Consejo Federal de Educación para los institutos de educación técnica, en los que se forman 55.000 alumnos.
Según el proyecto, la educación técnico-profesional se incorpora de hecho al sistema educativo nacional, en paralelo a la ley federal de educación vigente. El Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) se encargará de distribuir fondos adicionales para el equipamiento. La iniciativa crea un registro de escuelas técnicas que -según sus defensores- pondrá al día las carencias del sistema de educación técnica.
Encomienda al Consejo Federal fijar "parámetros mínimos" que permitan la homologación de los títulos en todo el país y crea dos nuevos organismos: la Comisión Federal de Educación Técnica profesional (conformada por representantes de las administraciones provinciales) y el Consejo Nacional de Educación Técnica, ámbito en el que gremios y docentes discutirán políticas de largo plazo.
La diputada Silvia Esteban (PJ-Santa Cruz), miembro informante de la mayoría, afirmó que la norma plantea "una educación con calidad, acorde con los tiempos que corren" y que contempla "la necesidad de participación e inclusión de todos los actores". La diputada ibarrista Juliana Marino (Encuentro-Capital) dijo que con la norma se repara "la desgraciada omisión de la educación técnica en el marco normativo".
Objeciones
La oposición se manifestó disconforme. Los diputados radicales Olinda Montenegro (Chaco) y Agustín Zbar (Capital) enfatizaron que "la ley es un desiderátum propositivo que no obliga a nadie a nada" y afirmaron que el proyecto "termina clausurando la escuela técnica, convirtiéndola de hecho en un polimodal de tres años".
También hicieron hincapié en la "discrecionalidad" con que los nuevos organismos podrían utilizar los fondos asignados y propusieron un ciclo mínimo de seis años para las escuelas técnicas, agropecuarias y de oficios de todo el país. El macrista Federico Pinedo (CPC-Capital) criticó la "profusión de organismos que se crean, un disparate que no soluciona nada". Para Patricia Walsh (IU-Capital), "esta norma no puede esconder la crisis de la educación, con escuelas que se caen a pedazos".
Hacia el final del debate, el diputado Carlos Caserio (PJ-Córdoba) hizo una encendida defensa del proyecto.
El proyecto
Jerarquización: La iniciativa incorpora al sistema educativo nacional la enseñanza técnica, que había sido excluida en la ley federal de educación.
Recursos: Fija un aporte estatal de $ 200 millones anuales para la capacitación de docentes y directivos de escuelas técnicas. Además, crea un registro de institutos educativos y organismos que distribuirán fondos y fijarán prioridades del sector.
Exigencia: La norma, presentada en noviembre del año último, fue reclamada por el presidente Kirchner a los legisladores hace poco más de un mes.
