Demasiado cerca del límite que la separa de la acefalía, la Universidad de Buenos Aires (UBA) intentará hoy dar un paso que la devuelva a la normalización.
El Consejo Superior se reunirá, a las 9, en el Rectorado, en una sesión convocada con un orden del día acordado entre 25 de sus 28 miembros, que debería concluir con la elección del vicerrector. En principio, habría acuerdo en el bloque mayoritario para proponer al profesor Aníbal Franco, ex decano de Veterinaria.
La sesión estará presidida por el decano de Farmacia y Bioquímica, Alberto Boveris, que desde ayer por la mañana está a cargo del Rectorado. Anteayer, el decano de Medicina, Alfredo Buzzi, renunció a esa función ante la voluntad de algunos consejeros de acelerar la convocatoria a una asamblea universitaria, que Buzzi pretendía diferir un mes y medio.
El decano de Derecho, Atilio Alterini, que debía sucederlo por ser el decano que le seguía en edad, declinó aceptar la tarea. Su presencia habría sido al menos irritativa: la semana pasada renunció a su candidatura a rector, cuestionado por la FUBA.
Protesta en el Rectorado
Sin embargo, como ya parece un hábito, no hay garantías de que la sesión de hoy pueda comenzar y desarrollarse. Los estudiantes que conducen la FUBA ya convocaron a una movilización al Rectorado para las 8 de la mañana. Son las mismas agrupaciones de izquierda que impidieron cuatro veces la realización de la asamblea universitaria y la última sesión de Consejo Superior en los últimos dos meses.
Sus reclamos están contemplados en el orden del día acordado, pero sólo parcialmente. "Vamos a plantear lo mismo: el desafuero de los no docentes que nos golpearon el 2 de mayo y la conformación de una comisión para reformar el estatuto", dijo a LA NACION el consejero estudiantil Martín Bustamante.
En el orden del día previsto, el primer punto es, en realidad, la lectura de un informe acerca de los sumarios que la UBA ha abierto a los no docentes que golpearon a los estudiantes en las escalinatas de la Facultad de Medicina. "Unificamos las actuaciones de distintas facultades y les estamos dando la máxima celeridad posible", dijo Boveris a LA NACION, quien comentó que ayer se había avanzado en esos sumarios a partir de un trabajo que había comenzado Buzzi como rector interino. El segundo punto es, en coincidencia con los reclamos estudiantiles, la formación de una comisión que recibirá proyectos de reforma estatutaria. El tercer punto es la elección del vicerrector.
La intención del grupo mayoritario, dijo Boveris, es convocar a la asamblea que debe elegir el nuevo rector para dentro de un mes. Los estudiantes quieren hacerlo en 60 o 90 días, y que antes se realice un plebiscito en el que "toda la comunidad universitaria se pronuncie sobre los proyectos de reforma del estatuto". Lo que parece claro es la necesidad de un tiempo, que muchos requieren para definir candidaturas.
Según dijo Bustamante, "no vamos a permitir que se elijan los secretarios que iban a estar con Alterini". Tampoco los consejeros de la izquierda estarían dispuestos a aprobar ningún nombre además del vicerrector.
Los estudiantes insisten en señalar a la "camarilla shuberoffista", en referencia al grupo que integra Alterini, como responsable de la crisis. "Ellos presionaron para bajarlo a Buzzi y eso es una clara muestra de que no hay voluntad de solucionar el conflicto. Nosotros estamos dispuestos a salir de la crisis", afirmó Bustamante.
Boveris insistió en mostrarse optimista. "Imagino un escenario donde sí se va a sesionar. Quizá no lleguemos a tocar todos los puntos, pero arrancar la sesión ya va a ser todo un logro", se sinceró. Probablemente a su ansiedad -compartida por muchos- por lograr elegir un vicerrector que devuelva cierta normalidad institucional se debió la respuesta que dio ayer Boveris cuando LA NACION le preguntó cómo se sentía "como rector de la UBA"."Efímero", respondió.
Por Raquel San Martín
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