Nadie esperaba decisiones, y no las hubo. El conflicto institucional que atraviesa la Universidad de Buenos Aires (UBA) siguió moviéndose ayer en el terreno de las discusiones.
Aunque no hubo información oficial del Rectorado, se difundió que el martes próximo se reuniría el Consejo Superior para poner fecha y lugar a un cuarto intento de asamblea para elegir el nuevo rector de la UBA. La fecha elegida sería el 2 de mayo, cinco días antes de que finalice el mandato del actual rector, Guillermo Jaim Etcheverry.
En tres oportunidades en las últimas dos semanas, agrupaciones estudiantiles de izquierda ocuparon el Colegio Nacional de Buenos Aires e impidieron la realización de la asamblea, en rechazo de la candidatura del decano de Derecho, Atilio Alterini, y el reclamo de la "democratización" del sistema de representación de la UBA.
La idea de Jaim Etcheverry es llegar a la reunión del martes próximo con un día y lugar consensuados entre todos los consejeros superiores. Por eso, ayer se reunió largamente con los trece decanos, los consejeros profesores y miembros de su gabinete; hoy lo hará con los graduados y el lunes se realizaría la reunión con los estudiantes.
Según varios participantes en ese encuentro, que se extendió por tres horas, hubo una sola coincidencia: la conveniencia de realizar una nueva asamblea antes de que termine el mandato de Jaim Etcheverry, el 7 de mayo.
A partir de allí, las discusiones se sucedieron sin llegar a puntos de acuerdo. Por ejemplo, sobre dónde y en qué condiciones convocarla. Ayer, algunos propusieron la Facultad de Medicina como lugar alternativo, pero el decano de la casa, Alfredo Buzzi, pidió "garantías" para que no se produzcan incidentes que puedan dañar el edificio.
Allí está el otro punto de discusión: si pedir o no auxilio judicial para que la asamblea, finalmente, se realice, lo que supondría contar con presencia policial, una alternativa que los decanos de la izquierda rechazan.
En este punto, hubo quien llamó la atención sobre la necesidad de enfocar la solución de problemas políticos más que de espacio. "Si hay condiciones políticas para que la asamblea se haga, el lugar es irrelevante. Y si no las hay, también", ironizó un decano ante LA NACION.
Desentendidos
En este sentido, otro decano llamó la atención sobre "la participación de actores externos a la UBA en este conflicto, incluido el Gobierno". Algunos comentaron su impresión de que "la Justicia se está desentendiendo del conflicto, porque hubo dos presentaciones judiciales pidiendo garantías y nadie intervino".
"Fue una reunión positiva y quedamos en continuar discutiendo", contó el decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Alberto Barbieri, parte del grupo que apoya la candidatura de Alterini.
"Hubo unanimidad en que hay que buscar formas de que la asamblea pueda sesionar. Pero hay temas de fondo que debatir al mismo tiempo. Es cierto que el sistema de representación creado hace varias décadas está desvirtuado, pero eso no se puede cambiar en dos días", dijo el decano de Ciencias Exactas, Jorge Aliaga, de la izquierda. Según contó, se le sugirió al rector que manifestara públicamente que "la UBA no está paralizada, que se dictan clases, que no hay una crisis general".
En tanto, los análisis políticos que se hacen en privado dicen, por un lado, que al grupo que apoya a Alterini -que contaría con 132 votos, más que los necesarios para imponerse en primera vuelta- el paso del tiempo ya está dejando de resultarle perjudicial para fortalecerlo.
Otros ven grietas todavía y piensan que es oportunidad ahora de plantear reformas de fondo que se negaron durante los últimos cuatro años. No faltan quienes señalan el desprestigio creciente que el conflicto está instalando sobre la figura del rector, en un final de mandato que algunos consideran injusto.
Por Raquel San Martín, De la Redacción de LA NACION
Los estudiantes preguntan
La conducción de la FUBA -que impide la realización de la asamblea- salió a buscar legitimación para sus reclamos. Anteayer, comenzó a realizarse el "Plebiscito por la democratización" en las facultades, en el que se pide la respuesta afirmativa o negativa a cinco cuestiones: la impugnación de la candidatura de Alterini, la creación del claustro único docente, el aumento de la representación estudiantil, la incorporación de un claustro no docente y la reforma del estatuto de la UBA previa a la elección del nuevo rector.
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