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La Nación: La UBA pidió donaciones, pero fracasó

Apenas consiguió recaudar $ 1518 para financiar becas

02 de diciembre de 2004, 11:25.

A pesar de los discursos públicos de apoyo que suele recibir, y de que es la responsable de unos 15.000 nuevos egresados cada año, la Universidad de Buenos Aires (UBA) no logra despertar la sensibilidad social sobre sus problemas financieros.

A casi tres meses de lanzado el programa “Graduados por más graduados”, que convoca a personas e instituciones a donar dinero a un fondo permanente para financiar becas de ayuda económica, sólo 15 personas hicieron aportes. En total se recaudaron 1518 pesos, monto que ni siquiera alcanza para becar a un alumno durante un año.

Entre las causas del escaso éxito de la iniciativa se citan problemas en la comunicación de la existencia del programa, falta de tiempo necesario para instalar socialmente el tema y hasta la reticencia de muchas empresas a hacer donaciones que no se traduzcan en resultados visibles, como obras y remodelaciones edilicias.

Hasta ahora no hay ninguna empresa ni organización entre los aportantes. Entre ellos, incluso, hay un graduado muy joven que, con esfuerzo, aporta 10 pesos mensuales.

Los aportes privados a las universidades son un fenómeno habitual en otros países, como en Estados Unidos, pero muy poco difundidos aquí, sobre todo en las universidades públicas. La iniciativa de la UBA se encuadra, además, en el reclamo público que la institución viene realizando en los últimos meses para llamar la atención sobre la escasez del presupuesto que recibe del Gobierno. Recientemente, la institución estimó sus necesidades presupuestarias en casi $ 856 millones, pero recibirá unos $ 330 millones para funcionar el año que viene.

En buena medida, el funcionamiento cotidiano de la UBA se sostiene en los docentes, el 77% de los cuales recibe menos de $ 300 por mes, mientras que casi 20.000 profesores de la casa trabajan ad honórem.

Variedad de posibilidades

Con la sola condición de un mínimo de $ 10 -\"para que todos los que quieran puedan aportar\"-, el programa \"Graduados por más graduados\" permite una variedad de modalidades de donación y, a pesar de su denominación, no está restringido exclusivamente a egresados de la casa.

Se puede aportar dinero por única vez, de manera mensual, bimestral, semestral o anual. Además, es posible contribuir al fondo de becas, apadrinar estudiantes individuales, instituir becas en nombre de personas u organizaciones, o apoyar estudiantes para carreras específicas.

También está prevista una variedad de canales para las donaciones: personalmente en la UBA, con tarjeta de crédito o débito, por transferencia electrónica o depósito en una cuenta corriente que la institución abrió en el Banco Nación (3556/01 - Sucursal 085 Plaza de Mayo, orden UBA 7000/806 Becas Sarmiento).

Actualmente, la UBA entrega casi 3000 becas a alumnos con buen desempeño académico y dificultades económicas, que consisten en $ 150 mensuales por dos años. Aunque el número de beneficios aumentó en los últimos años -se entregaban 450 hace dos años-, todavía resulta insuficiente si se lo compara con los más de 300.000 estudiantes y con el deterioro de las condiciones socioeconómicas de los últimos años en el país.

Cuando presentó la iniciativa, a comienzos de septiembre último, el rector de la universidad, Guillermo Jaim Etcheverry, lo definió como \"una convocatoria a la gratitud de quienes pudieron estudiar gracias a un sistema educativo generoso, y una apelación a la responsabilidad de nuestros graduados\". De la UBA egresa el 20% de los graduados universitarios del país y el 25% de los que salen de las universidades públicas argentinas.

Desde la presentación del programa, la UBA comenzó una campaña publicitaria en la vía pública para difundir la iniciativa, que no parece haber sido muy efectiva.

\"Estamos visitando empresas y consejos profesionales para invitarlos a sumarse, y afirman que no estaban enterados de la existencia del programa\", dijo a LA NACION la secretaria de Extensión de la UBA, Patricia Angel.

\"Hay necesidad de seguir trabajando para instalar el tema. Confiamos en que cuando eso suceda van a aumentar los aportes\", dijo Angel.

El programa garantiza la transparencia de las donaciones, ya que los fondos recaudados se utilizarán exclusivamente para financiar becas y se publicará el listado de los alumnos beneficiados en la página web de la universidad, así como la nómina de los donantes, siempre y cuando no elijan mantenerse en el anonimato.

Hasta ahora, cuatro donantes figuran con su nombre, tres por su profesión y ocho prefirieron mantener su identidad en reserva.

La intención original de las autoridades de la UBA era contar con una previsión de fondos este mes, para poder lanzar las becas en marzo próximo. La idea era ampliar el número de beneficios que se entregan, para alcanzar a la mayor cantidad posible de nuevos ingresantes y, en un segundo momento, incrementar el monto que se entrega. Ahora, continuarán con su difusión puntual en empresas, con paciencia, porque saben que los circuitos burocráticos dentro de las organizaciones también son intrincados cuando se trata de decidir donaciones.

Donaciones visibles

\"Creo que es un buen programa, pero el destino de los fondos debe ser más claro y preciso. Las empresas quieren donar para fines específicos y saber quién va a controlar el dinero que se reciba, por más que la entidad tenga el máximo prestigio, como en el caso de la UBA\", dijo el decano de la Facultad de Agronomía de la UBA, Fernando Vilella.

Habló por experiencia: hace tres años, se enviaron 1000 cartas a padres de alumnos de esa facultad para pedirles colaboración y el resultado fue \"muy malo\". Ahora, están diseñando un programa para recibir aportes de empresas del agro.

También tienen experiencia en la recaudación de fondos en la Facultad de Ciencias Económicas, donde funciona un área dedicada a ese tema, con asesoría de expertos, que ha logrado buenos resultados en atraer donaciones de empresas y consultoras.

\"Las empresas quieren hacer aportes que se visualicen con claridad, como remodelación de aulas o construcción de nuevos espacios\", dijo el decano Carlos Degrossi. Ese fue uno de los resultados principales de la encuesta que la facultad realizó recientemente entre empresarios y graduados, para anticipar su voluntad de hacer donaciones. \"Esa voluntad existe, siempre y cuando el dinero se use para fines concretos y que, en lo posible, se vean\", dijo el decano.

Según comentó, los magros resultados de la iniciativa de la UBA se deben a \"un problema de comunicación. Este tipo de programas exigen una difusión más directa, más personal y que deje bien claro que se puede elegir el destino de los fondos. Creo que con el tiempo puede ser una campaña exitosa\", dijo.

Una iniciativa similar encaró recientemente la Facultad de Derecho de la UBA, que será beneficiaria de un fondo fiduciario que creó y administrará el Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires, abierto a graduados, profesionales y empresas, y destinado a financiar actividades académicas y de investigación.

Los interesados en sumarse a la iniciativa de la UBA pueden consultar en www.uba.ar .

La otra cara, en Santa Fe

El pobre resultado de los esfuerzos de la UBA por lograr apoyo contrasta con la buena recepción que tuvo un programa similar en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), con sede en Santa Fe. En marzo de 2003, la universidad lanzó su programa \"Padrinos UNL\", por el cual empresas de la zona aportan un mínimo de $ 300 por mes, con el carácter legal de una donación al Estado. Hasta ahora, 29 empresas adhirieron al programa con sus aportes, entre ellas se cuentan Arcor, Milkaut, Sancor, Credicoop, Cervecería Santa Fe y Johnson Acero.

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