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La Nación: Las cuentas para 2006

Alguien dijo que la economía es el arte de distribuir recursos escasos. En lo que respecta a los que recibe la ciencia local, cualquier investigador podrá atestiguar que conoce esa escasez en carne propia.

09 de noviembre de 2005, 13:51.

Pero -aunque no estamos en el paraíso- por lo menos el Presupuesto 2006 contiene precisiones positivas.
Según un análisis del Ministerio de Educación, los recursos previstos para la ciencia, la tecnología y la innovación alcanzarían los $ 2.096.309.000; es decir, un 30% más que los calculados para este año.
El número surge de sumar los recursos para el renglón "Actividad científica y tecnológica" ($ 1.528.188.000) más los presupuestos del Instituto de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), entre otros, y los créditos fiscales que se otorgan a las empresas que realizan innovación ($ 60.414.000).
También incluye los fondos estimados que las universidades nacionales destinan a la actividad científica y tecnológica ($ 547.035.000) y las inversiones de las provincias y otros organismos del Estado que, aunque no se dedican específicamente a estas actividades, efectúan inversiones en el área.
De este análisis surge también que el ranking de los organismos más beneficiados, de acuerdo con la comparación entre los presupuestos del año próximo y de éste, estaría encabezado por la Fundación Miguel Lillo (con un 66% de aumento), seguida por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (62%); el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (57%); el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (51%); el Servicio Geológico Minero Argentino (32%); la Comisión Nacional de Energía Atómica (28%), y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (24%).
Según el plan de mediano plazo que sentó las metas en investigación y desarrollo ("Bases para un Plan Estratégico Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación para el Mediano Plazo 2005-2015"), la inversión pública en 2006 debía alcanzar (a valores de 2003) $ 1.592.000.000. El mismo informe calcula que, si se transforman los $ 2.096.309.000 que estipula el Presupuesto 2006 a esos valores, se obtienen $ 1.614.300.000.
Teniendo en cuenta que, según una encuesta del Indec recientemente dada a conocer, hay signos de que el sector privado también estaría aumentando lentamente su inversión en innovación, la inversión local en ciencia rondaría el 0,6% del PBI.
¿Cómo interpretar todo esto? Por supuesto, incluso en estos niveles todavía estaríamos por debajo de las inversiones en ciencia de Brasil o Chile. Y ni hablar de países como Corea, que -sin recursos naturales y sobreponiéndose a la guerra y la ocupación japonesa- logró que su economía creciera durante tres décadas a más del 7% anual; de Irlanda, que redujo el desempleo y fue el país de mayor crecimiento de la Unión Europea impulsando la investigación de excelencia e invirtiendo el 20% de su presupuesto nacional en educación; o de la India, cuyo Consejo de Investigaciones Científicas e Industriales es la red de centros públicos de investigación más grande del mundo y cuenta con un presupuesto que crece a un ritmo del 25% anual.
Sin embargo, hay un aumento. Eso es lo importante.
Además, como dice el antiguo refrán, "Roma no se hizo en un día"... Sólo cuando nos convenzamos de que la promoción de la ciencia y la educación es tarea ineludible no sólo de este gobierno, sino también del próximo y del que se elija después, los números de hoy, de mañana y de pasado mañana tendrán sentido.
Por Nora Bär ciencia@lanacion.com.ar

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