La medida de fuerza, que reinstala un clima conflictivo en muchas universidades del país, se concreta un mes después de que los tres gremios firmaran un acuerdo con el Ministerio de Educación, que implicó un incremento de los salarios de entre el 25% y el 33 por ciento.
"Queremos que se nos equipare con el resto de los trabajadores estatales, para quienes este aumento ya se blanqueó", dijo a LA NACION Néstor Correa, secretario gremial de la Conadu Histórica. El aumento fue de $ 150 para los docentes con dedicación exclusiva, de $ 100 para los de semiexclusiva y de $ 50 para los de dedicación simple.
"El paro es insignificante", dijo el secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese. "Se acordó que el blanqueo de estas sumas se iba a tratar más adelante, cuando se aprobara el presupuesto 2006."
En tanto, en Mendoza, una jueza hizo lugar a un recurso de amparo de padres de estudiantes y pidió a la Universidad Nacional de Cuyo -donde este año ya hubo 37 días de paro- que reanude las clases. Las autoridades presentaron un pedido de conciliación obligatoria al Ministerio de Trabajo, que todavía no tuvo respuesta.