El debate nacional por una nueva ley de educación se pondrá hoy en marcha mediante la firma de un decreto presidencial. Así, el presidente Néstor Kirchner y el ministro de Educación, Daniel Filmus, presentarán, a las 18, en la Casa de Gobierno, el documento que servirá de base para la elaboración del proyecto de ley que en octubre enviarán al Congreso nacional, según el calendario previsto por la cartera educativa.
 
Uno de los ejes de discusión más novedosos de la propuesta oficial es la obligatoriedad de toda la educación secundaria. Actualmente, sólo en la ciudad de Buenos Aires hay esa exigencia. La actual ley federal de educación prevé 10 años de escolaridad obligatoria, hasta el segundo año del secundario.
 
El debate que se abre hoy prevé además la universalidad de la educación inicial (3 y 4 años); garantizar a los docentes condiciones dignas de trabajo, de formación y de carrera; el derecho de los alumnos a tener escuelas en buenas condiciones; que todos tengan acceso a un sistema educativo que les asegure calidad e igualdad de aprendizajes.
 
La falta de igualdad es uno de los problemas más agudos del sistema educativo argentino, que hace que por ejemplo la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Misiones parezcan de países distintos, por las posibilidades y recursos con que cuentan los alumnos y los docentes. Esta desigualdad va de la mano de la fragmentación que produjo la ley federal de educación, sancionada en 1993, blanco de críticas desde hace tiempo. Por tanto, uno de los ejes del debate será lograr una estructura educativa unificada, lo que no significa recentralizar.
 
El cronograma
 
El Gobierno aspira a que la futura ley de educación cuente con legitimación social antes y después de ser aprobada. Para eso, fijó una agenda. En lo que resta de este mes se harán consultas con instituciones y especialistas. Durante junio habrá un debate general, encuestas de opinión y jornadas en las escuelas.
 
En julio se sistematizará la información para elaborar, durante agosto, una primera redacción del proyecto de ley. En septiembre habrá una nueva fase de consultas a instituciones y especialistas para concluir en octubre con la redacción final del proyecto y su elevación al Congreso de la Nación.
 
El cronograma parece indicar que el Gobierno espera tener aprobada la ley antes de fin de año, como sucedió en diciembre último con la ley de financiamiento educativo, que fijó las metas financieras a partir de las cuales es posible ahora pensar en la calidad de la educación con una nueva ley, según razonan en el ministerio. "Sólo una educación de excelente calidad para toda la población permitirá alcanzar los objetivos de justicia social, crecimiento económico y ciudadanía democrática, que guían una estrategia de desarrollo sustentable. Estos tres objetivos son indisociables", sostiene el documento que la sociedad en su conjunto podrá debatir a partir de ahora.
Laura Casanovas