Para el ministro de Educación, Daniel Filmus, el crecimiento en el número de alumnos del secundario que repiten de curso -de lo que LA NACION informó ayer- es un fenómeno esperable, resultado de la mayor exigencia instalada en la escuela media.
"Desde que asumimos esta gestión, hubo un cambio de directivas: lo importante es que los chicos aprendan y no que pasen", dijo Filmus a LA NACION. El ministro fue secretario de Educación de la ciudad de Buenos Aires entre 2000 y 2003.
En coincidencia con esas fechas, la repitencia de los alumnos porteños de escuelas estatales aumentó del 10 al 13 por ciento. En 2004 fueron 13.500 adolescentes los que fracasaron en su intento.
Según la perspectiva del ministro, "como resultado de la mayor exigencia puede darse, en un primer momento, que un mayor número de chicos repitan", afirmó. "Pero lo peor es que pasen sin aprender", agregó.
En las escuelas bonaerenses el índice de repitencia es menor que en Capital. En 2004, los repetidores fueron el 9% de los 34.570 chicos que cursan el polimodal en escuelas estatales.
"La provincia de Buenos Aires, por ejemplo, primarizó el 8° y 9° años y, de esta forma, bajó el nivel de repitencia, pero porque bajó también el nivel de exigencia", afirmó Filmus, para quien la "cultura del facilismo", que afectaría tanto a docentes como a alumnos, hace que haya "dificultad en exigir más a los chicos y, en ellos, una falta de conciencia respecto al trabajo y al esfuerzo".
Para el ministro, que dijo no tener presente el índice de repitencia en el nivel nacional, el primer año de la secundaria es el más problemático en cuanto a la cantidad de alumnos que repiten y los que abandonan el sistema educativo.
"Hay un choque entre el modelo de la escuela básica, que ofrece una mayor contención al alumno, y el de la escuela media", dijo, y consideró este cambio de niveles como la principal causa de la repitencia que se da al interior del sistema educativo. Las condiciones sociales y económicas de los alumnos es, para el ministro, el fenómeno externo a la escuela de mayor influencia en el rendimiento escolar de los jóvenes.
Cuando llegan al secundario, "los adolescentes se encuentran con un modelo en el que uno de los mayores problemas es la figura del docente «taxi», que trabaja en varias escuelas", dijo Filmus y anticipó que, desde el ministerio, intenta cambiar ese modelo.
Para eso, anunció que el año próximo comenzará una experiencia piloto en 500 escuelas de sectores sociales de escasos recursos, con el nombre de Programa de Mejoramiento de la Enseñanza Secundaria" (Promse).
"Queremos que el docente esté más tiempo en la escuela, pero no necesariamente al frente del aula", dijo Filmus.
Con el Promse, que aspira a alcanzar unas 2000 escuelas en 2007, se busca terminar con la figura del profesor "taxi". Según dijo Filmus, ese programa incorporará al sistema educativo las figuras de tutores y coordinadores de cursos y dispondrá de fondos para financiar los proyectos institucionales de las escuelas y sumar al salario las horas en las que el docente permanezca en la institución.
 
Facilismo
Filmus recordó que durante décadas las políticas oficiales tuvieron que ver más con un facilismo que con un buen aprendizaje.
"Cuando comenzamos la gestión en la ciudad de Buenos Aires, tomamos medidas precisas que acompañaran el aumento en el nivel de exigencia: la designación de coordinadores por cursos y apoyos especiales para los exámenes de marzo, entre otras", recordó.
Desde el Ministerio de Educación de la Nación, Filmus considera que los programas de becas y de distribución de libros a chicos con problemas socioeconómicos graves son respuestas a la problemática de la repitencia.
Silvina Premat