Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

La Nación: Polémica en EE.UU. por restricciones a los estudiantes extranjeros

Serían excluidos de algunos proyectos. La iniciativa apunta en particular a los estudiantes provenientes de China, Corea del Norte e Irán. El gobierno teme que accedan a tecnología sensible.

29 de noviembre de 2005, 11:14.

WASHINGTON (EFE).- Varias universidades y laboratorios de Estados Unidos han lanzado la voz de alarma ante los planes del gobierno norteamericano de excluir a los estudiantes extranjeros de ciertos proyectos de investigación, porque consideran que dañarán el avance científico.
La prensa reflejó durante los últimos días el debate surgido en torno de una propuesta elaborada por el Pentágono en la que se plantea restringir la participación de los extranjeros -en particular de países como China, Corea del Norte e Irán- en ciertos proyectos que podrían estar vinculados con tecnologías sensibles o que pueden tener una aplicación militar.
Los responsables de los centros universitarios estadounidenses no están de acuerdo con la nueva legislación, porque agravaría aún más el continuo descenso en el número de jóvenes de otros países que eligen universidades estadounidenses para completar su formación y, sobre todo, porque podría frenar el desarrollo científico nacional.
La Casa Blanca argumenta, sin embargo, que mantener la actual normativa implica ciertos riesgos para la seguridad del país porque lo sitúa en una situación de vulnerabilidad al espionaje.
El polémico proyecto partió de un informe elaborado por el inspector general del Departamento de Comercio, Johnnie Frazier, sobre el que está previsto que se pronuncie el gobierno en forma definitiva en las próximas semanas.
Los expertos consideran que este proyecto alcanza sólo a estudiantes de países concretos, como China, con los que Washington no quiere compartir ningún avance tecnológico que pueda ser utilizado con propósitos de defensa.
La legislación vigente en la actualidad ya exige a las universidades o compañías de investigación que soliciten al gobierno una licencia especial para que ciudadanos de países que puedan resultar de alguna manera sospechosos para Estados Unidos puedan participar en proyectos de investigación con potenciales usos militares.
Sin embargo, ese trámite puede ser obviado cuando se trata de estudiantes originarios de esos mismos países que han logrado la ciudadanía o, simplemente, un permiso de residencia en otros países a los que no se les exige licencia alguna, como es el caso de Canadá o el Reino Unido.
Lo que propone ahora el Pentágono es extender ese requisito a todos los estudiantes nacidos en países como China, Irán o Corea del Norte.
Las empresas del sector y las universidades rechazan de plano esta posibilidad por temor a perder a jóvenes con un currículum brillante que tendrían que superar un nuevo requisito, añadido a las ya de por sí estrictas condiciones que se les impone para conseguir una visa, y que se instauraron a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
"El resultado más alarmante de la norma propuesta será el sustancial impacto negativo para atraer a los mejores y más brillantes", señala uno de los cientos de mensajes que ha recibido el Departamento de Comercio acerca de esta cuestión, recogidos el fin de semana por varios medios de comunicación estadounidenses.
 
El aporte intelectual
"Podría tener un impacto muy serio en la investigación", afirmó el vocero de la Asociación de Universidades de Estados Unidos, Barry Toiv.
Simon Swordy, profesor de la Universidad de Chicago, recordó que Edward Teller, el padre de la bomba de hidrógeno, era un ciudadano húngaro. "Uno podría concluir que Estados Unidos no sería una potencia nuclear sin el aporte intelectual de los extranjeros", dijo.
De acuerdo con los últimos datos difundidos el 14 de este mes por el Instituto Internacional para la Educación (IIE), el número de estudiantes extranjeros que se matriculan en los institutos y universidades de Estados Unidos cayó un 1,3 por ciento el pasado año académico (2004-2005) y un 2,4 por ciento el anterior.
En su informe "Puertas Abiertas 2005", el IIE precisa que los diez países que más estudiantes enviaron el curso pasado a Estados Unidos fueron la India, China, Corea del Sur, Japón, Canadá, Taiwan, México, Turquía, Alemania y Tailandia, en ese orden.
 
Más controles fronterizos
WASHINGTON (ANSA).- El presidente George W. Bush anunció ayer una serie de medidas para detener la inmigración ilegal y reforzar el control de las fronteras, pero a la vez propuso que el Congreso apruebe un programa de trabajadores temporales por un lapso de seis años.
"Vamos a crear un nuevo programa de trabajadores temporales para contratar extranjeros que puedan hacer los trabajos que los estadounidenses no quieren hacer", dijo Bush en una base militar de Arizona, el estado fronterizo con México que registra más cruces de indocumentados.
Bush aclaró que para defender la frontera con éxito es necesario "sacar a los trabajadores indocumentados de las sombras", y descartó de plano una eventual amnistía para los ilegales en territorio norteamericano. "No voy a firmar ninguna ley que incluya una amnistía -advirtió-. Somos una sociedad que da la bienvenida a los inmigrantes, pero también somos una sociedad que valora el Estado de Derecho y el imperio de la ley."

Contenido relacionado