El ministro de Salud, Ginés González García, abrió la polémica cuando, de visita en Córdoba para lanzar el Plan Federal de Salud, criticó el excesivo número de psicólogos que hay en la Argentina e incluso extendió sus cuestionamientos a la orientación de la formación que reciben en las universidades.
"La mayoría de los psicólogos que se forman son lacanianos, psicoanalíticos, etcétera, cuando los problemas que hay en la Argentina son el alcoholismo, las adicciones, la violencia social, que requieren otro tipo de perfil profesional", dijo el ministro.
Las declaraciones de Gonzalez García -que despertaron de inmediato el rechazo de asociaciones de psicólogos, decanos de facultades y grupos de graduados- se sumaron a las que hizo anteayer, cuando volvió a cuestonar la cantidad de médicos que se forman en el país y criticó específicamente a la Universidad de Buenos Aires (UBA) por no instalar un cupo de ingreso en su carrera de Medicina, como hizo recientemente la Universidad Nacional de Córdoba.
Los psicólogos reaccionaron de manera unánime: rechazaron las críticas, afirmaron que no existen estudios que indiquen cuántos psicólogos son necesarios en la Argentina y atribuyeron las declaraciones de González García a su "desconocimiento" de la realidad laboral de los psicólogos, en cuyo ejercicio profesional la clínica ocupa un lugar entre muchos otros campos de trabajo.
Algunos, incluso, contraatacaron afirmando que el Ministerio de Salud no controla adecuadamente la proliferación de instituciones que ofrecen formación en disciplinas alternativas, como "psicología social, counselling o focusing".
No pocos, en voz más baja, enmarcaron las críticas del ministro -médico de profesión- en el conocido recelo que existe entre médicos y psicólogos, quienes suelen defenderse de la subestimación de los médicos.
Según estimaciones del Ministerio de Salud, hay en el país unos 60.000 psicólogos matriculados, aunque fuentes profesionales los ubicaron en 45.000. En comparación, el número de psicólogos en la Argentina es alto: se calculan más de 400 profesionales cada 100.000 habitantes -promedio que asciende a 500 en la ciudad de Buenos Aires-, mientras que en los Estados Unidos el número no llega a 100.
En el país se dictan 31 carreras de Psicología -24 de ellas en universidades privadas-, en las que estudian unos 40.000 alumnos. En la UBA, la carrera ocupó el año último el tercer lugar en las preferencias de los inscriptos en el Ciclo Básico Común (CBC), con 6031 anotados.
Poco científico
"Es muy poco científico opinar sin estadísticas. Hay escasos estudios sobre las necesidades poblacionales que requieren la participación de psicólogos en el país. Nunca es suficiente el recurso humano y material para atender estos problemas, sobre todo en un país con tantas necesidades", dijo a LA NACION Sara Slapak, decana de la Facultad de Psicología de la UBA, donde hay 14.000 alumnos.
Sobre la supuesta formación "lacaniana y psicoanalítica" de los graduados, Slapak afirmó que "el ministro conoce bastante poco sobre la formación que se da en las universidades. La clínica es sólo una de las aplicaciones posibles de la psicología". Y agregó: "El consenso internacional es que la Argentina es una excelente formadora en psicología clínica, que se aplica no sólo a la psicoterapia, sino a la evaluación psicológica, que se usa en muchos campos y no sólo en salud mental".
Según coincidieron los profesionales, el campo laboral de los psicólogos se ha ampliado hasta dejar el tratamiento clínico como una opción entre otras. La psicología educacional, laboral y social-comunitaria ya tienen tradición, y a ellas se agregan, entre otras, sus orientaciones organizacional, política, económica, aplicada a la publicidad, la investigación de mercado, los medios de comunicación, el transporte, la neuropsicología y la psicología del deporte, la de mayor crecimiento últimamente.
"Asociar al psicólogo con el psicoanalista es una apreciación muy antigua sobre la psicología, que no representa su perfil profesional actual", dijo Orlando D´Adamo, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Belgrano (UB). Opinó que "el comentario del ministro responde predominantemente al perfil del graduado de la universidad pública. Los planes de estudio de las universidades privadas no tienen perfil psicoanalítico en su mayoría".
Por su parte, Silvia Di Biase, secretaria de Asuntos Profesionales de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA), con 13.000 miembros, se manifestó "preocupada porque el ministro habla sin fundamento y se maneja sin datos".
"El ministro debería controlar la cantidad de escuelas de psicología social, counselling y focusing que existen, y las denuncias que se hacen todo el tiempo de personas que trabajan diciendo ser psicólogos y no lo son", afirmó Di Biase.
La controversia sobre la calidad de la formación de los psicólogos en el país podrá empezar a definirse en breve, y con parámetros firmes. La carrera de Psicología fue declarada "de interés público" el año último, lo que implica que deberán definirse estándares mínimos de carga horaria y contenidos, y que las carreras deberán atravesar un proceso de acreditación por parte del Ministerio de Educación.
La mayoría de los psicólogos que se forman son lacanianos, psicoanalíticos, etcétera, cuando los problemas que hay en la Argentina son el alcoholismo, las adicciones y la violencia social, que requieren otro perfil profesional.