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La Nación: Preocupa la falta de ingenieros y técnicos especializados

Planes de inversión en infraestructura y contenidos educativos

05 de abril de 2006, 13:44.

El boom de la construcción crea desde fines de 2002 un circuito virtuoso de aumento del empleo y la producción. No obstante, como consecuencia de ese crecimiento, se crean nuevos inconvenientes: la dificultad para conseguir mano de obra calificada, especialmente de ingenieros y técnicos.
 
Según datos de la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (Faett), el 80 por ciento de los avisos en la sección clasificados de los grandes diarios, está dirigido a la búsqueda de personal especializado. En tanto, la Asociación de Empresarios de la Vivienda está realizando una encuesta entre empresas: "Hasta el momento, de los 50 consultados, el 50 por ciento afirma tener problemas para conseguir mano de obra especializada; otro 40, regular dificultad, y sólo un 10, ninguna", destaca su presidente, el ingeniero Fernando R. Esquerro.
 
La parte positiva es que la matriculación en el Consejo Profesional de Ingenieros Civiles (CPIC) pasó de 6200, en 2002, a 12.800, en el año último; esto implica que muchos profesionales volvieron a tener trabajo; no obstante, la cantidad de ingenieros civiles decrece notablemente, hasta tal punto que en 1990 se recibieron 193; en 1996, 85, y en 2004, tan sólo 57.
 
"Muchos profesionales se fueron al exterior o se retiraron del mercado para dedicarse a otras actividades. Aún hay muchos desocupados, pero de baja calificación; se produce un cuello de botella que muchas empresas solucionan ofreciendo sueldos altos y quitándose empleados entre sí. En el corto plazo esto no tiene solución", explica Vicente Stagno, presidente de la Faett.
 
Esta situación tiene una explicación más profunda: el proceso de desarticulación de la economía hizo que muchos se preguntaran si tenía sentido estudiar Ingeniería, que es una carrera de larga duración, para terminar como chofer de taxi. Además, las políticas de Estado apuntaban a alentar otras carreras más relacionadas con los servicios.
 
Ante esta situación, el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) se hizo eco del problema y organizó en su sede, a fines del mes último, un encuentro con el ministro de educación, Daniel Filmus, y otras entidades (Universidad Tecnológica Nacional, Educ.ar, Instituto Tecnológico de Buenos Aires, Telefónica, Telecom, Microsoft, Cancillería), para unirse en la promoción de las carreras de Ingeniería. "Tanto el ministro de Educación como yo, estamos convencidos de que nuestro país necesita más ingenieros. En el CAI haremos lo imposible para fomentar esta actividad que, desde la gran cantidad de sectores que abarca, es uno de los principales motores e impulsores de la economía nacional", destacó el ingeniero Luis Di Benedetto, presidente del CAI. En tanto Filmus expresó: "El desarrollo de la productividad y la competitividad argentina tiene que ver con la capacidad de su gente, de agregar valor a las exportaciones, y es imposible sin profesionales de alta calidad".
 
Filmus y Di Benedetto acordaron que realizarán acciones conjuntas de difusión para que los jóvenes conozcan cuáles son las carreras de Ingeniería disponibles, sus aplicaciones y su salida laboral.
 
El Ministerio de Educación tiene en marcha el Proyecto de Mejoramiento de la Enseñanza de Ingeniería (Promei), que incluye las 203 carreras de Ingeniería dictadas en 30 universidades nacionales y dos institutos militares, y apunta al estímulo, el seguimiento de planes de estudio, el desarrollo de recursos humanos académicos, así como a la investigación, el desarrollo y el equipamiento. Además, mediante la ley N° 26058, promulgada en noviembre último, se crea el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional para garantizar la mejora de la educación técnico-profesional, al que se destinarán 260 millones de pesos para equipamiento, acondicionamiento edilicio y becas, por ejemplo.
 
Por su parte, el CAI apunta a fortalecer las jornadas de orientación vocacional, y la instalación de una oficina dedicada a este fin; organizar un premio estímulo para estudiantes; ejecutar un programa para microemprendedores; también la apertura de su biblioteca especializada, para que sea utilizada por la comunidad, lo que permitirá a estudiantes y profesionales conexión a Internet inalámbrica.
Fernando G. Caniza 

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