Cuando pasaron 180 días del anuncio oficial, hoy ingresará en el Congreso de la Nación la ley de financiamiento para la educación, que aspira a elevar la inversión en el área en todo el país al 6% del producto bruto interno (PBI). La presentación del proyecto será formalizada por el presidente Néstor Kirchner en un acto que encabezará hoy en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
La futura norma fue consensuada por los ministros de Educación de todo el país en el seno del Consejo Federal de Educación, y contó con el apoyo de los dirigentes gremiales de los docentes y distintos representantes de cámaras y asociaciones empresariales.
Por eso, hoy, junto con el Presidente y el ministro de Educación, Daniel Filmus, estarán presentes los gobernadores de las 24 jurisdicciones, secretarios de los sindicatos docentes y empresarios.
El texto será enviado al Senado, donde será tratado en la Comisión de Educación. De convertirse en ley, significará una inyección de recursos por un total de 9000 millones de pesos, que serán distribuidos progresivamente en los próximos cinco años. Así, la inversión en el área pasará del actual 4 % del PBI al 6% del PBI en 2010.
Aunque anoche, en el Consejo Federal de Educación, se continuaba discutiendo el mecanismo legal por el cual las provincias garantizarán que efectivamente los fondos que entregue el Estado nacional se utilizarán en educación, LA NACION tuvo acceso a una síntesis del proyecto y dialogó con el ministro Filmus, tal como se informa por separado.
"El presupuesto consolidado del gobierno nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires destinado a la educación, la ciencia y la tecnología se incrementará progresivamente hasta alcanzar, en 2010, una participación del 6% del PBI", dice la iniciativa, que será elevada al Congreso.
 
Aportes compartidos
Ese aumento progresivo de recursos significará que en los próximos cinco años el gobierno tendrá que trabajar para que en 2010 la Nación aporte el 40% del gasto educativo, y las provincias, el 60%. Actualmente esa relación está dada en un 22% aportado por el gobierno federal y el 78% por las 24 jurisdicciones.
El texto en el que durante los últimos diez meses trabajaron los equipos técnicos del Ministerio de Educación incluye diez objetivos esenciales sobre los que se pretende focalizar esta inversión educativa.
Las tres primeras metas están dirigidas a garantizar la inclusión de niños y adolescentes en la educación formal.
En su primer punto la futura norma intentará "incluir en el nivel inicial al ciento por ciento de los niños de cinco años y asegurar la incorporación creciente de los niños y niñas de tres y cuatro años". Si bien hoy el denominado preescolar es obligatorio para todos los niños de cinco años, no todos los chicos pueden asistir debido a la falta de servicios educativos, principalmente en el interior.
El segundo objetivo pretende garantizar un mínimo de diez años de escolaridad obligatoria y asegurar la inclusión de los niños, niñas y jóvenes con necesidades educativas especiales. Además, de lograr que, como mínimo, el 30% de los alumnos de educación básica tengan acceso a escuelas de jornada extendida o completa.
El tercer punto gira en torno de la educación media. Tema que preocupa a todos los especialistas, por cuanto es el nivel de la enseñanza donde se registran mayores índices de deserción escolar. Para combatir el abandono, el proyecto pretende "avanzar en la universalización del nivel medio (polimodal) logrando que los jóvenes no escolarizados, que por su edad deberían estar incorporados a este nivel, ingresen o se reincorporen y completen sus estudios".
La iniciativa aspira, además, a erradicar el analfabetismo en todo el territorio nacional y extender la enseñanza de una segunda lengua, junto con la incorporación "de nuevas tecnologías en el aula".
Un punto de singular importancia, por los recurrentes conflictos gremiales, es el que se refiere a los docentes. El texto fija la creación de un fondo compensatorio para los salarios docentes. Esta política salarial será acompañada con nuevos planes de estudio y capacitación de los maestros.
Los últimos puntos están destinados a la rejerarquización de las escuelas técnicas -tema en el que ya se avanzó con la sanción de la ley de educación técnica- y a priorizar la investigación científica en las distintas áreas del conocimiento.
 
Las 10 metas educativas
Incluir en el nivel inicial al 100% de los chicos de cinco años.
Garantizar los 10 años de enseñanza obligatoria para todos y promover la doble escolaridad.
Avanzar en la universalización del nivel medio.
Erradicar el analfabetismo en todo el país y fortalecer la educación de jóvenes y adultos.
Producir reformas pedagógicas que mejoren la calidad.
Expandir las nuevas tecnologías de la información y la enseñanza de un segundo idioma.
Fortalecer la educación técnica y la formación profesional.
Mejorar las condiciones laborales y salariales de los docentes y jerarquizar la carrera docente.
Fortalecer la calidad e innovación en las universidades.
Jerarquizar la investigación científico-tecnológica.
Por Jesús A. Cornejo De la Redacción de LA NACION